OPINIÓN

El último major virgen

Jon Rahm está en disposición de rellenar los huecos pendientes en la historia del golf español: el PGA Championship y dos grandes en un año.

ERIK S. LESSER
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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El deporte de élite consiste, en gran parte, en la superación permanente, en búsquedas de nuevos retos y de territorios inexplorados. El deporte español, que tantos campeones ha dado en tantos escenarios diferentes, también tiene todavía algunas páginas en blanco. En el golf, por ejemplo, nunca se ha ganado el PGA Championship, el Campeonato de la PGA, uno de los cuatro majors, el segundo en orden cronológico. Ha habido grandes nombres, empezando por el legendario Severiano Ballesteros, pero ninguno inscrito en el palmarés de este grande. Quien más cerca estuvo fue Sergio García, segundo en 1999, cuando se presentó en sociedad como el Niño, con solo 19 años, en un vibrante duelo con Tiger Woods, y luego también en 2018. Si seguimos pateando los caminos inéditos, tampoco ningún español ha ganado dos majors en un mismo año. De los diez grandes cosechados, por cuatro jugadores distintos, ninguno se ha repetido en el mismo curso. De momento...

Jon Rahm, ganador de los dos últimos, está en disposición de rellenar esos huecos pendientes. Rahm, que ya fue el primero y hasta ahora único español que ha ganado el US Open, en 2021, aspira a hacer lo propio en el PGA. Las apuestas le señalan como favorito con Scottie Scheffler, lo que tiene poco de novedoso, porque son los dos mejores de la temporada, si acaso junto a Rory McIl­roy. Pero ya saben cómo es el golf, muy diferente a otros circuitos profesionales. Aquí es muy difícil repetir triunfo. Sólo Tiger, recientemente, hizo de la victoria un hábito. Rahmbo llega como número uno mundial y como vencedor del Masters de Augusta, suficientes credenciales para sostener su candidatura. Luego ganará o no, se adaptará o no a un campo desconocido, pero ya es un lujo que el deporte español tenga a un fenómeno que pueda aspirar a estas cotas. Un campeón que escribe su propia leyenda.

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