El tiqui-taca, un estilo para dominar Europa

Un estilo para gobernarlas a todas. Al menos en lo que al fútbol practicado por mujeres en categoría Sub-19 a nivel europeo se refiere. En la Selección española el buen trato al balón no se negocia: se cuida, se mima, se defiende y se le da el brillo que merece. Porque la pelota no se mancha.

Lo saben las futbolistas de esta nueva Selección española Sub-19 que este viernes alzó su cuarta Eurocopa seguida de la categoría, convirtiéndose así en el equipo que más coronas continentales tiene con siete, una más que Alemania y dos más que su rival en la final, Francia.

Una Francia que, decía Pau Comendador en su entrevista con AS previa a la histórica cita, creería que el físico era el punto débil de las jugadoras entrenadas por Javier Lerga. Pero no. Porque las Aïcha, Librán, Arques o Marisa se vengaron de aquella final Sub-17 de 2023 en la que las Joseph, Mé. Mendy o Delcroix se impusieron a una Rojita que acabó con lágrimas en la cara de una Vicky López que este viernes, casi a la vez que las que fueron sus compañeras, estaba jugando con la Selección absoluta ante Japón como titular. Otro triunfo.

Porque el fútbol (casi) siempre gana. La inteligencia y el buen disparo de la icónica Librán, siempre con su flequillo al viento. El descaro y el eterno regate de Daniela Agote, leona indomable. La brújula siempre orientada de Clara Serrajordi, otra jugona made in La Masia. El desequilibrio y la persistencia de Pau Comendador, una de las grandes promesas del Real Madrid. La concentración y paradas de su compañera Laia López. Y un equipo, el de esta Selección española Sub-19, que llegaba a Polonia con siete campeonas de la categoría y regresará con 21. Las 20 convocadas oficialmente y una Ziara Vega, reserva, que fue una más.

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