El milagro de Emerse Faé

Durante la primera década de este siglo, se vivió en el fútbol africano una rivalidad deportiva que elevó el seguimiento de sus competiciones de selecciones por encima de lo habitual. La protagonizaron Camerún y Costa de Marfil. El origen de aquel antagonismo se encuentra en la fase de clasificación para el Mundial de Alemania de 2006. Samuel Etoo y Didier Drogba eran, indiscutiblemente, los dos mejores jugadores del continente, y además estaban considerados como auténticas estrellas a nivel global. Que uno de los dos se fuera a quedar sin participar en la Copa del Mundo hizo que aquella fase tuviera una repercusión mediática que nunca antes ni después volvió a alcanzar. La liguilla acabó con el famosísimo penalti que Pierre Womé falló ante Egipto en el minuto 95 del último partido. Si lo hubiese convertido, Camerún se habría clasificado. Pero lo mandó al palo, y de esta manera Costa de Marfil accedió a su primer Mundial.

De aquella generación dorada del fútbol marfileño, que disputó los Mundiales de 2006, 2010 y 2014 y ganó la Copa de África de 2015, los nombres más famosos fueron los de Drogba, los hermanos Kolo y Yaya Touré, Didier Zokora, Emmanuel Eboué, Salomon y Bonaventure Kalou, Romaric o Gervinho. Menos recordado es Emerse Faé, que sólo formó parte de la convocatoria en los primeros torneos de aquella época gloriosa pero que tuvo una carrera como centrocampista más que decente en la primera división francesa. Faé lleva años queriendo ser entrenador y ha dirigido a equipos en las categorías inferiores del Niza y del Clermont. Empezó esta Copa de África, la que se disputa en su país, como asistente del francés Jean-Louis Gasset. La pésima fase de grupos del conjunto anfitrión provocó el cese del galo, que fue destituido antes de saberse si Costa de Marfil se clasificaba para octavos de final como uno de los cuatro mejores terceros de grupo. La carambola se dio, y después de que la federación intentara fichar a Hervé Renard y no lo consiguiera, Faé se vio dirigiendo a su país como seleccionador absoluto. De momento ya ha eliminado a Senegal y a Mali y está en semifinales. Si completa la gesta, su debut como técnico profesional será irrepetible.