El mejor heredero de Koke para la próxima década

La imagen de Pablo Barrios podría acompañar en el diccionario a la definición de centrocampista moderno. Calidad, visión, talento, piernas y un ritmo de élite. La zancada que pide el fútbol de hoy en día. Y cabeza, sobre todo cabeza. El jugador del 2003 (qué mayor te hace compartir cumpleaños con un futbolista y que ya te separe una década) siempre ha tenido claro el camino. Se ha repuesto a varapalos tanto en su vida personal como en el fútbol, cuando el Real Madrid le descartó con 14 años y se le acabaron abriendo las puertas del Atlético. Y se ha empapado de sentimiento colchonero hasta convertirse en el alumno aventajado de Koke.

Su modelo, referente e ídolo a seguir. Y, en estos momentos, el alumno ha superado en la rotación al maestro, aunque todavía tienen muchas alegrías que dar juntos. El temple de Barrios en Montjuïc demostró sus hechuras ante todo un Barça. No se amilana, la pide, inventa y se ha adaptado a la posición de ancla con trabajo, esfuerzo, pierna dura y capacidad de cubrir campo. Un ancla para, si se le cuida, gobernar el medio durante la próxima década. Y llevar algún día el brazalete. El club ya trabaja en mejorarle el contrato. Simeone le ha dado las riendas del equipo, ya casi centenario. Sabe el diamante que tiene en sus manos y lo pule como hizo con Koke. Barrios, un chico de oro... rojiblanco.

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