El Madrid mima al Balón de Oro
Tiene que ser un drama deportivo, a la edad de Benzema, perderse un Mundial por una lesión poco grave, pero que encima una parte de tus compatriotas puedan pensar que eres conflictivo es una puñalada trapera. Karim ha dejado Qatar con el corazón roto y el mejor sitio para lamerse las heridas ha sido Valdebebas.
En el Madrid encuentra el oasis de paz y reconocimiento que se le niega en Francia porque nadie duda de su compromiso con el club de su vida. Desde el presidente hasta el último utillero están convencidos de que alcanzar el éxito en esta temporada pasa, en gran medida, porque el capitán vuelva a encontrar el golpe de pedal.
Como no hay mal que por bien no venga, Ancelotti se va a encontrar con un futbolista herido en el alma y picado en el orgullo, lo que le va a convertir en doblemente peligroso. Benzema querrá demostrar en el tramo mollar del curso que sigue siendo el delantero más desequilibrante del mundo. Ancelotti le da un respiro, le pide que se relaje para volver en perfecto estado. Ahora lo opaca todo el Mundial, pero cuando el Madrid se la juegue su capitán tendrá una oportunidad fantástica para olvidar todo lo malo que le pasó en este último mes...