El Madrid clona su mal arranque

El Real Madrid de baloncesto suma un balance de siete victorias y seis derrotas en vísperas de la visita del Fenerbahçe. Exactamente igual que la temporada pasada después de trece partidos. Es verdad que el reparto de encuentros es diferente, porque este curso se ha jugado uno más de Euroliga y uno menos de ACB, pero si lo medimos por jornadas, en Europa también se replica el balance después de la disputa de la séptima: tres triunfos y cuatro tropiezos. Vaya otra racha similar: después del resbalón del martes ante el Bayern de Múnich, el Madrid encadena un pleno de cinco derrotas fuera de casa. Las mismas que el año pasado a estas alturas, aunque entonces se alcanzaron las seis.

Sergio Scariolo clona el arranque de resultados de Chus Mateo de la temporada anterior. Eso es un dato objetivo. Es verdad que Scariolo tiene que acoplar un renovado equipo con seis fichajes, que ya son siete tras la incorporación de Alex Len para suplir a Bruno Fernando. Y que los nuevos sistemas del italiano tienen su complejidad y necesitan cuajo. Pero no es menos cierto que Mateo también recogió una plantilla remodelada, con bajas de algunos jugadores franquicia insuficientemente sustituidos. El paralelismo puede conducir a algunos a conclusiones pesimistas. No habría que reprochárselo. Aunque quizá sea mejor buscar una parte constructiva en esa semejanza, que también la hay. Después de un mal inicio de resultados, Mateo consiguió reconducir la nave hasta alcanzar un rendimiento impecable en la Liga Endesa y una segunda mitad de Euroliga con buenos números. Este Madrid de Scariolo también tiene tiempo para crecer. Igual que aquel. Y sería bueno que lo hiciera sin caer en nerviosismos, ni internos ni externos, que nada ayudan para reflotar el barco. Hay proyecto. Y hay margen.

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