El Getafe llegó tarde y se fue temprano
Un extraño complejo de inferioridad llevó al Getafe a encontrarse por debajo sin haberse presentado. El Geta tiene mucha historia como para no creerse capaz de plantar cara a cualquiera. En un cuarto de hora el partido estaba cuesta arriba, casi resuelto por la entidad del rival. Sólo Borja Mayoral demostró personalidad y se acercó al gol. La mayoría de edad en Primera no se puede celebrar con una salida tan pobre. Desde el primer gol de Morata hasta el segundo, hubo un oasis con destellos optimistas de Aleñá, Arambarri o Iglesias, pero ya era tarde.
Cuando Quique movió piezas en busca del atrevimiento olvidado llegó el segundo y el destrozo quedó instaurado. Su equipo se dejó llevar y cometió errores groseros. La goleada pudo ser mayor, pero el Atleti bajó el pie con el tercero y el Geta agradeció el respiro. Que el Getafe tiene muchas carencias en su plantilla es evidente, pero que tiene un grupo de profesionales de nivel contrastado en Primera también. Entrar tarde a un partido y salirse antes de tiempo sólo es culpa del que está en el césped. La experiencia del año pasado debe ser muy esclarecedora para los que la vivieron ahí dentro. Se puede perder, pero siempre dar la cara desde el minuto uno hasta el noventa. Ante el Atleti no fue así. Y hacen falta fichajes, claro, pero los que están deben dar un paso al frente.