El espectacular partido de Ronald Araújo
Tres puntos más para el Barça y una hoja del calendario menos. Ya son 11 sobre el Madrid, si bien éste tiene un partido menos y no precisamente el más difícil de los posibles, pues se trata de la visita del Elche, colista desvalido, al Bernabéu. Pero hasta el miércoles son 11 puntos, que abultan lo suyo, gracias a una difícil victoria en La Cerámica con el solitario gol de Pedri en un lado y la portería a cero en el otro. Este Barça suele vivir de los goles de Lewandowski y de las paradas de Ter Stegen, pero ayer el primero estuvo flojo, con voluntad pero sin inspiración, y el segundo lo tuvo fácil gracias a Ronald Araújo, que se agigantó.
Gran jugador, procedente de un país de altísima tradición futbolística, Uruguay, de donde le pescó el Barça en 2018 para hornearlo en su filial. En dos años entró en la primera plantilla y ya vemos en lo que se ha convertido: un coloso de la defensa, sencillo, enérgico, rápido, oportuno. Hace una gran pareja con el calmoso Christensen, que deja las emergencias a su cuidado y vaya si las cubre. Anoche, cuando el Villarreal apretó de lo lindo en la segunda mitad con un atrevimiento y una finura en su juego que me recordó al de sus mejores días, Araújo llegó no sé cuántas veces a interponerse en el último metro entre algún atacante amarillo y el gol.
Así que al Barça le bastó con el tanto de Pedri, conseguido de un modo muy Barça, apretando en la salida. Robó Koundé, activó la jugada Gavi y marcó Pedri tras pared con Lewandowsi, que en esta acertó, pero en muy pocas más. Pedri hace más cosas desde que le animó Xavi. Ya no es sólo un exquisito elaborador de medio campo, sino también un llegador que irrumpe en el área para marcar con su toque de calidad. Él y Gavi, que ayer le ganó un balón de cabeza a Albiol demostrando que nada se le pone por delante, son, con Araújo y Balde, ejemplos netos de lo mucho que puede rendir una cantera cuando se trabaja bien y se confía en ella.