El Bayern vuelve a parecerse a sí mismo

Un gran arranque de Kompany tras las dudas iniciales. Le costó al Bayern encontrarle sustituto a Thomas Tuchel. Todas las primeras opciones rechazaron la propuesta bávara, por lo que el cargo acabó siendo para Vincent Kompany, que venía de descender a la segunda división inglesa con el Burnley al sumar sólo 24 puntos, una cifra bajísima. Ese precedente hizo que su nombramiento fuera recibido con escepticismo en el entorno de un club tan exigente como el muniqués. Hay que decir que el exfutbolista belga también había ascendido al conjunto británico a la Premier League un año antes jugando un fútbol tan elogiado por la prensa que incluso se le llegó a considerar como uno de los candidatos a suceder algún día a Pep Guardiola en el Manchester City. Y ese recuerdo, el de un conjunto modesto que había roto con su tradición de fútbol arcaico y directo, es el que le valió para acabar en el Bayern. Antes de Burnley, Kompany había vivido su primera experiencia en un banquillo en uno de los grandes de su país, el Anderlecht, con el que, en una época de transición, logró un cuarto puesto en su primer curso y un tercero en el segundo. En Múnich la presión siempre es enorme, y de momento la está soportando a la perfección. Lidera la Bundesliga con 17 puntos —cinco victorias, dos empates y ninguna derrota— y su único lunar llegó en la segunda jornada de la Champions, en la que cayó por 1-0 ante el Aston Villa. En la primera había arrollado al Dinamo de Zagreb por 9-2.

Kane sigue a lo suyo. Se aprecia en este Bayern un hambre renovada, una pasión que se había perdido un poco la pasada campaña especialmente en la liga alemana, en la que daba la sensación de que al equipo le costaba encontrar la misma motivación de antaño. Lo que no ha cambiado es el acierto goleador de un Harry Kane deseoso de conseguir su primer título como futbolista profesional —aunque parezca increíble, no tiene ninguno—. En su primer curso en Alemania anotó 44 goles en 45 partidos oficiales. En este segundo lleva 13 en los 10 encuentros que ha disputado. Los últimos tres llegaron en la contundente victoria de este último fin de semana frente al Stuttgart (4-0), un triunfo de prestigio teniendo en cuenta que los de Sebastian Hoeness acabaron segundos en la pasada Bundesliga.

Sin Pavlovic y con la duda de Musiala. Uno de los retoques más evidentes de Kompany ha sido devolver definitivamente a Joshua Kimmich a su posición natural de mediocentro. Su acompañante habitual estaba siendo el joven Pavlovic, pero su reciente lesión hará que sea el ex del Sporting y el Fulham João Palhinha el que ocupe esa demarcación. El portugués, uno de los fichajes importantes del verano, ha tenido poca participación hasta ahora. Leon Goretzka, que sería otra opción, aún ha tenido menos. Un poco más arriba, en la zona de tres cuartos, se espera el regreso de Jamal Musiala, la gran estrella del momento en el fútbol alemán. Su participación estaba en duda tras perderse los últimos encuentros de la selección y el triunfo del Bayern ante el Stuttgart, pero su inclusión en la convocatoria abre la puerta a que pueda reaparecer en Montjuïc. Si lo hace, formará en la línea de tres cuartos de campo junto a Michael Olise, el francés ex del Crystal Palace que está dando un gran rendimiento tras convertirse en el fichaje estrella de los bávaros esta temporada. Müller, Gnabry y Coman se jugarían la otra plaza en la mediapunta. La zona más problemática del equipo es el lateral derecho, ya que están lesionados tanto Boey como Stanisic. Raphaël Guerreiro es el que viene jugando a pie cambiado, aunque Konrad Laimer también es una opción.

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