El 4 de Ramos no le pesa nada a Alaba

Seamos honestos. Cuando los madridistas asumimos la marcha de Sergio Ramos a París como inevitable, nos asaltó la duda de si la sombra del camero iba a ser demasiado alargada. El que viniera iba a tener que cargar con la mochila del capitán que había lucido ese 4 con otras tantas Champions a cuestas desde 2014. El héroe de la Décima, el hombre de los 101 goles de blanco, el líder que había levantado 22 títulos con la camiseta del Real Madrid tras defenderla en casi 700 partidos (671)... Éramos tan ingenuos que creíamos que a David Alaba le iba a pesar mucho el 4 de Ramos y su indiscutible legado.

Pero apenas 14 meses más tarde, la afición está encantada con el austriaco. A Ramos se le recuerda con respeto y cariño por los servicios prestados, pero en el terreno de juego nadie le echa en falta. No por demérito del sevillano, sino por las magníficas prestaciones demostradas por Alaba, el ‘Hombre de la Silla’. David venía de otro grande, el Bayern Múnich, donde en diez años había conquistado 27 títulos (5 más que Sergio), ganando dos Champions. La mitad que Ramos, pero eso refleja que sabía de qué va el tema. No le pudo la presión porque llegó siendo un grande, un káiser del área. Asumió el 4 con la serenidad del que se sabe capaz de engrandecer su historia. Alaba ha entrado en el Bernabéu como un guante. Le queremos.