Dos caras dependiendo de las ganas
El Madrid puede viajar a Mánchester contento por el momento que vive.
Que se viera un Madrid radicalmente distinto en la segunda parte con los mismos en el campo que jugaron la primera debe dejar una enseñanza. El once que salió de inicio, con los cuatro magníficos y Valverde y Ceballos en la media, es válido para luchar por todo en lo que queda de temporada. La diferencia la marca la actitud, el hambre con la que afrontas cada jugada, cada duelo, y las ganas con las que recuperas la posición cuando la pelota deja de ser tuya. Ese cambio de registro llevó al Madrid a irse al descanso sin tirar entre los tres palos y luego a realizar once disparos a puerta en la segunda parte. Mereció ampliamente llevarse el derbi y dar un bocado a la Liga que, aunque no hubiera sido definitivo, sí que habría dado algo más de aire a los de Ancelotti ante lo que se les viene encima con la Champions.
La reacción del Madrid es elogiable. Un síntoma de que esta plantilla se siente con fuerza y ganas para seguir haciendo historia. El derbi dejó más evidencias. La primera, el buen momento de Rodrygo. Después de su brillante actuación a ver quién es el guapo que se atreve a sentarlo ante el Manchester City. Al otro lado del campo, Vinicius debe entender que donde hace más daño es pegado a la cal, abriendo espacios, aunque eso le aleje del gol. La punta tiene dueño, Mbappé, ya en velocidad de crucero... El Madrid puede viajar a Mánchester contento por el momento que vive.