¿Dónde están los valientes?
Comienzo contestando a la pregunta del titular: en la selección de Irán. En su debut ante Inglaterra los jugadores no cantaron el himno de su país en protesta por el régimen islámico que asesinó a Mahsa Amini por no llevar bien colocado el pañuelo y que está reprimiendo de forma salvaje las manifestaciones que se han producido desde entonces. Ningún futbolista celebró tampoco los goles de Mehdi Taremi y en la grada abuchearon el himno y se vieron pancartas con el lema Woman, Life, Freedom.
Los jugadores iraníes se arriesgan a represalias cuando regresen a su país, igual que sus familias. Mientras, las selecciones de Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y Suiza emitieron un comunicado conjunto para decir que renunciaban a portar el brazalete arcoíris con el lema de One Love en apoyo al colectivo LGTBIQ+ porque la FIFA les había advertido de sanciones deportivas además de económicas y ese es su tope. Hasta ahí llega su compromiso. Hasta ahí llega su activismo: una tarjeta.
Es cierto que otras ni siquiera se lo habían planteado, como la Selección española, pero resulta decepcionante comprobar la falta de coraje general ante una organización, un Mundial y un país en el que los derechos humanos están siendo vulnerados.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ya ha dejado claro que se siente más, muchísimo más, qatarí que gay porque a pesar de su delirante discurso el día previo a la inauguración ha presionado a las federaciones para que se limiten a jugar al fútbol. Lo ha conseguido porque no era muy difícil: bastaba con amenazarles con una tarjeta amarilla. No parece inteligente que entre todos estén consiguiendo devaluar su propio producto, pero esto es lo que hay y en Qatar los únicos valientes están en la selección de Irán que se están jugando más, muchísimo más, que una amonestación y aún así han decidido aprovechar la visibilidad que les proporciona un Mundial. Mis respetos.