De la Fuente descarta a Sergio Ramos

Luis de la Fuente ha dado una buena y larga entrevista a Joaquín Maroto, en la que se refleja que siente haber alcanzado un perfecto dominio de la situación. Accedió al cargo entre dudas, porque aunque le acreditaba su buen trabajo de años en las selecciones jóvenes, se echaba en falta un prestigio en el fútbol, digamos, adulto. Algo que sí tenían Luis Enrique, Lopetegui, Del Bosque, Luis… y así siguiendo hacia atrás hasta donde quieran. Había manejado, eso sí, con buena mano y mejor cara, a casi todos los futbolistas hoy convocables para la selección mayor, pero el prestigio en el fútbol adulto se lo tenía que ganar ya en la Selección.

Empezó con muestras de inseguridad. Tras una victoria feúcha en casa ante una Noruega que no pudo contar con Haaland, toqueteó mucho el equipo y cayó en Escocia. Cierto que luego ganó la final a cuatro de la Nations League, pero este torneo aún es visto por el macizo de la afición como cosa menor. La tarea seria era la clasificación para la Eurocopa y antes de reemprenderla sobrevino el huracán, del que no salió indemne. Una mañana aplaudió el apestoso alegato de Rubiales y la siguiente, una vez suspendido el sujeto por la FIFA, pegó el chaquetazo. Eso le dejó en mal lugar. Fue una víctima más de unos días muy contaminantes.

“Pasaba por ahí el día que se rompió un cristal”, responde a la pregunta de qué contestará ante el juez, que le ha citado como testigo en el caso Rubiales. Pero entre tanto ha ido formando una Selección estable y firme, clasificada para la Eurocopa a falta de dos partidos, fáciles por otra parte. Eso le da para mostrarse sereno y satisfecho y para expresarse con seguridad ante la pregunta que tanta gente se ha venido haciendo de un tiempo acá: si Sergio Ramos puede o no puede volver. Nada de darle coba. Está contento con el grupo y no ve beneficio alguno en alterarlo con un personaje de ese tronío, que no podría ser considerado como uno más.

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