Carlitos se ha hecho mayor

Hay un vídeo que circula desde hace tiempo, y que puede verse en Youtube, que muestra al niño Carlos Alcaraz, más Carlitos que nunca, soñando en voz alta frente a un micrófono a sus 12 años: “Quiero ganar Roland Garros y Wimbledon”. El sueño se ha cumplido de sobra. En 2023, con 20 años, ya conquistó su primera corona en el Grand Slam sobre hierba, tras derrotar a Novak Djokovic en una durísima final a cinco sets. Aquel Djokovic no era todavía el Djokovic titubeante de ahora, en aquella temporada se adjudicó todos los grandes menos Wimbledon, por lo que aquel día saltó a la Central como gran favorito con su marca de siete títulos. En 2024 revalidó el trofeo, otra vez frente al serbio, pero ya con el sueño completado un mes antes en Roland Garros. Tenía 21 años, solo nueve después del profético vídeo, y ya había cumplido su vaticinio.

Alcaraz no se va a parar ahí. Ha nacido para la gloria. En este 2025 disputará su tercera final consecutiva en el All England Club y aspira a su segundo doblete seguido tierra-hierba. Si nos atenemos a los precedentes, es el favorito, a pesar de que tendrá enfrente al número uno, Jannik Sinner. El italiano es el gran dominador del tenis actual, pero el español es el dominador de Sinner, su antídoto, con un balance de 8-4 y con los últimos cinco duelos ganados, entre ellos la épica final de París. El murciano, además, no conoce todavía la sensación de perder la final de un grande: lleva cinco de cinco… Y ha puesto la mirada en el sextete. Por sensaciones, llega mejor que el italiano, que penó ante Grigor Dimitrov y, supuestamente, arrastra molestias en un codo. No será una excusa. El domingo, en La Catedral, los males se quedarán en el vestuario. Delante tendrá a su bestia negra, Carlitos, que ya se ha hecho mayor.

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