Bulgaria estrenó técnico cayendo goleada

Un cambio cantado. El de hoy en Valladolid será el segundo partido de Aleksandar Dimitrov como seleccionador absoluto de Bulgaria. Ilian Iliev, que ya había recibido muchas críticas por estar compaginando el cargo con el de entrenador del Cherno More Varna, llegó a un acuerdo para rescindir su contrato tras dos actuaciones muy pobres ante España y Georgia el mes pasado. Dimitrov, que como entrenador de clubes tuvo sólo dos cortas experiencias en la primera división de su país con resultados discretos, asciende desde la Sub-21, a la que dirigió durante casi siete años.

Debut descorazonador. El sábado se estrenó ante Turquía con un resultado sonrojante: 1-6. En la primera parte, sin embargo, su equipo compitió bien: casi no tuvo el balón, pero defendió con orden, concedió poco e incluso se pudo adelantar en el marcador en una buena ocasión de Radoslav Kirilov, un veterano extremo que juega en la izquierda a pie cambiado (Marin Petkov, en la otra banda, responde al mismo perfil, con la idea de buscar diagonales hacia dentro). Pero Bulgaria se descompuso tras el descanso en diez minutos fatídicos de su lateral derecho Viktor Popov: en el 1-2, defendió mal un balón largo y, ante la presión de Yildiz, acabó tirando un globo hacia su portería que se convirtió en autogol; en el 1-3 perdió la pelota tras subir al ataque y su regreso fue muy lento, propiciando la superioridad turca por ese costado; en el 1-4, Yildiz le encaró y le eliminó con una facilidad pasmosa. En el 55’ el partido estaba resuelto y el golpe psicológico fue tan duro que el equipo se descompuso, aunque mejoró algo en el tramo final con la aportación ofensiva de dos hombres que ingresaron desde el banquillo: el delantero Martin Minchev, que estuvo cerca de marcar un buen gol con una finalización exquisita, y el interesante media punta Filip Krastev, que juega en la segunda división inglesa con el Oxford United. Pero incluso en esa fase Bulgaria mostró lagunas impropias de este nivel: en el córner del 1-5, Çelik remató solo en el primer palo, y en el 1-6, el altísimo central Petko Hristov, que era una de las novedades de la lista y del que se esperaba que aportara oficio por su experiencia en el fútbol italiano, fue incapaz de defender un balón frontal desde un saque de puerta rival.

Stolyanov, la gran apuesta. La única nota positiva a la que se puede agarrar Dimitrov fue el debut de Kristiyan Stoyanov, un medio centro de 22 años que ha hecho toda su carrera como profesional en el Slavia de Sofía. El nuevo seleccionador lo conoce de la Sub-21 y le puso directamente en el once titular. No fue un partido con un contexto idóneo para él, ya que, a pesar de ser combativo y agresivo en los duelos, es un futbolista que brilla más con el balón. En los minutos finales se vio que puede formar una buena sociedad con Krastev.

La figura. Kiril Despodov es el jugador de perfil más alto que tiene Bulgaria en la actualidad. Firmó por el PAOK griego tras brillar en el Ludogorets e incluso haber militado, con poco éxito, en el Cagliari en la Serie A. Aunque a menudo parte desde la banda, Dimitrov lo ubicó como delantero en el 4-4-2 inicial formando pareja con un Chochev que habitualmente actúa como media punta. Esa es otra lectura que se puede sacar del partido: los dos hombres más adelantados no eran nueves de referencia, sino futbolistas con capacidad para trabajar en la línea más adelantada de ese bloque defensivo y poder salir al contragolpe.

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