Bueno, bonito y... ¿barato?
El especial de AS sobre la temporada 2025-2026 es una celebración. La del fútbol, ese juego extraño, libre y mágico que nos devuelve a la infancia.
Querido lector:
No busque en este especial agotadoras polémicas arbitrales. No las encontrará. Tampoco pretenda hallar aquí manos negras en la criticada reforma emprendida por la RFEF en el estamento arbitral. En el especial AS de LaLiga 2025-2026, las palancas no son trucos de vendedor de crecepelo para sortear los controles de LaLiga, sino instrumentos financieros, más o menos presentables, para mantener a flote la capacidad económica de un club en un mercado cada vez más competido. Palanca era un jugador del Espanyol pero aquí es vender futuros (sean palcos vip o derechos), recalificar terrenos con sus correspondientes plusvalías y/o vender jugadores.
El especial de AS sobre la temporada 2025-2026 es una celebración. La del fútbol, ese juego extraño, libre y mágico que nos devuelve a la infancia, que nos arrebata las horas, que nos alegra o ensombrece los días porque el fútbol es la vida misma.
Aquí festejamos la llegada de Franco Mastantuono al Real Madrid para hacer pareja con Mbappé. Y si les parecen poca cosa los 60 millones pagados por el argentino, ahí tienen otras adquisiciones para mejorar el acorazado blanco: Dean Huijsen, Trent Alexander-Arnold y Álvaro Carreras. En total más de 150 millones de euros.
Celebremos también el tercer año de Lamine Yamal, fenómeno mundial que algo de azar y mucho de La Masia trajeron al fútbol español para que no olvidemos la sencillez del asunto, por más que el chico ocupe portadas enjoyado y con novias guapas. Pero en el campo la cosa va de ofrecerse por un lado (engaño), salir por el otro (destreza y fuerza) y tener una zurda exquisita (gol). ¿Simple? Prueben. “Lo más complicado es hacer las cosas sencillas”, decía Cruyff.
Volvamos un año más la vista al Atleti de Simeone. Merece nuestra atención, aunque solo sea por ese maravilloso empeño en meterse entre los más grandes y levantarles la voz. No es fácil, pero el Atleti insiste, una y otra vez, en lo de no dejar de creer hasta hacernos creer a todos. Esta temporada ha metido mano a la plantilla con decisión, y ya veremos si con acierto. El Atleti anima el diálogo Madrid-Barça, y solo por eso hay que hacerle pasillo. Baena, Hancko, Nico Gonzalez, Cardoso, Raspadori, Ruggeri, Thiago Almada, Musso, Pubill y otros son nombres interesantes. Atentos, pues.
Alegrémonos también de tener de vuelta a la máxima categoría a equipos como el Levante, el Elche o el Oviedo, los ascendidos, clase media de nuestro fútbol cargada de historia, mitos y leyendas, siempre apoyada por la fe inquebrantable de sus aficiones. Aguardan su turno otros grandes como el Zaragoza, el Málaga, el Depor, el Racing y otros, emblemas de ciudades que merecen estar en Primera.
Sea como fuere, la vuelta a la competición produce el regustillo clásico de las tardes y noches de Carrusel Deportivo y el fuego excitante de los cracks actuales, jóvenes, poderosos, técnicamente superiores, verdaderos dioses sobre el campo. La Liga española posee un ramillete de los mejores del mundo. ¿Nombres? Lamine Yamal, Kylian Mbappé, Pedri, Vinicius Jr., Raphinha, Julián Alvarez, Nico Williams…
Si tenemos en cuenta que LaLiga es la cuarta de Europa en gasto de fichajes, a años luz de la Premier y no tan lejos de la Bundesliga y la Serie A italiana, disponer de semejante nómina de cracks no deja de ser un pequeño milagro. Los datos así lo atestiguan. Mientras que la Premier ha gastado unos 3.500 millones de euros en este mercado de verano, LaLiga está en los 700, es decir, cinco veces menos. Inglaterra tiene un fair play financiero más laxo y una cifra de abonados al pago por visión cinco o seis veces mayor (12 millones frente a dos). España compite con una gestión muy auditada, prudente y equilibrada. ¿Bueno, bonito y barato? Celebremos eso también, que hasta el Rayo luce palmito por Europa.
El campeonato lleva tres semanas disputadas. Las plantillas ya están cerradas y la emoción de los fichajes, en su punto alto. Las cartas están sobre la mesa. Viejas polémicas y discusiones han vuelto a las tertulias. El VAR está en crisis, por sus efectos inesperados y perniciosos. El resto es poco importante. Mucho chau chau, como las famosas inscripciones. Cuestiones menores. Ni siquiera el Barca parece haber sufrido con el tema. Con Lamine Yamal y Kylian Mbappé sobre el verde, lo demás se antoja pequeño, muy pequeño.
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