Brahim espabiló a tiempo

En la línea del resto de sus compañeros no estaba siendo el mejor partido de Brahim. Incluso en alguna ocasión Ancelotti le recriminó desde el banquillo varias ocasiones en las que buscó el lucimiento personal por encima de las necesidades del equipo y eso no gustó a un Carletto, que no quería llevarse un calenton copero. En la segunda parte Brahim decidió tomarse en serio la eliminatoria y se convirtió en el faro que necesitaban sus compañeros para no caer en una peligrosa desidia.

En un minuto provocó un penalti, marcó un golazo y puso punto y final a los problemas. No se cansó de pedirla, tirar desmarques y convertirse en el primer apoyo. Brahim cambió las dudas por el reconocimiento de su entrenador, tirando de calidad y personalidad. Después de un arranque de temporada en el que parecía el último de la fila, ha metido la cabeza en el grupo de los jugadores que tienen minutos importantes con regularidad. Y se lo ha ganado a pulso. Ahora que vuelven algunos lesionados y jugar será cada vez más caro, el chaval ha demostrado que se puede confiar en él en cualquier partido de cualquier competición. Y con Luis de la Fuente siguiéndole de cerca...

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