Bellingham, elegante y currante

El flamante fichaje del Madrid no pudo escoger mejor escenario para debutar en partido oficial en nuestro campeonato. El inglés se marcó un partidazo, coronado con su primer tanto con una camiseta que le sienta como un guante desde el dia de su presentación A su evidente calidad, que le viene de serie, le unió un compromiso defensivo descomunal apoyado en un físico portentoso. Primero en el vértice del rombo y luego desde más atrás y a campo abierto abusó de los centrocampistas del Athletic, incapaces de para el despliegue del chaval.

No es sencillo debutar en el Madrid, dejar en el banquillo a una leyenda como Modric y jugar con tanta seguridad y las pulsaciones tan bajas. Su conexión con Vinicius y Rodrigo fue total prácticamente desde el primer minuto, repartiéndose las zonas de ataque con criterio y profundidad. Tiene 20 años y el camino es largo y complicado, pero las sensaciones que está transmitiendo el inglés desde su llegada a Valdebebas son inmejorables. Además, también tiene algo fundamental para triunfar en un club tan complicado como el Madrid: una cabeza privilegiada, un entorno muy sólido y una ambición propia de la edad.

Su llegada es una bocanada de aire fresco para una afición algo harta del culebrón de Mbappe y que se ha enamorado desde el primer día de un chaval sencillo, alejado del estereotipo de estrella extravagante y con un solo reto entre ceja y ceja: hacer historia en el Real Madrid