Arabia, se mira pero no se toca

Es lógico y normal que en el artificial y emergente fútbol saudí (money, money, money) empiecen a apuntar hacia objetivos de caza mayor si de verdad quieren elevar su nivel competicional hasta plantarle cara al bloque occidental de la vieja Europa y a la envidiada Champions. Cristiano (39 años), Benzema (36) o Neymar (32) le dieron el pasado verano un caché superlativo porque hablamos de jugadores top que en nuestra élite cotidiana lo ganaron prácticamente todo. Pero este trío de oro fue allí a escribir sus últimas páginas con el balón en los pies. La edad no les da margen de error, salvo el caso de Neymar, que está más condicionado por las lesiones y su particular manera de vivir.

Por eso, Vinicius se ha convertido en el gran objeto de deseo del fútbol saudí. Fichar a Vini sería quitarle al Rey de Europa su joya más codiciada junto a Mbappé, al futuro Balón de Oro (el brasileño lo ganará el 28 de octubre salvo decisión absurda) y al jugador franquicia que puede marcar la próxima época. Contratar a Vini sería apoderarse de un imán de poder descomunal para atraer a otros cracks jóvenes de su edad (24). Y un golpe terrible para el Madrid y para el imperio UEFA. Pero que no pierdan el tiempo...

Vini va a seguir en el Madrid por mucho tiempo (lo confiesa él mismo en la CNN). No es pose, es declaración de intenciones. Las Champions y los Balones de Oro no se compran, se ganan en el verde. Y en Arabia eso sería una quimera. Allí viviría en una jaula de oro y al tercer mes, como le pasó a Laporte, estaría loco por salir como sea. Vini, el Bernabéu es tu casa y el Madrid tu hogar. Arabia, Vinicius se mira pero no se toca...

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