Ante un Barça-Atleti con mucha miga

Al bueno de Ancelotti se le ha alegrado la cara. Esta Intercontinental le llega muy oportunamente, cuando empezaba a sentirse acosado, torcía el gesto, decía bla, bla, bla y se quejaba de que cómo rotar con una plantilla tan corta. Lo último no se podía tomar más que como un mensaje a la superioridad, suponía ir entrando en zona de peligro. Tanto youtuber enredando con Xabi Alonso o Arbeloa empezaba a sonarle a amenaza real. Este título no es más que otra secuela de la Champions, como la Supercopa, pero devuelve el sosiego. Y más si lo enlazamos con la victoria en Bérgamo, que alivió la precaria posición europea.

El empate en Vallecas ya queda lejos y ahora la mirada se dirige a Montjuïc, donde el Barça recibe mañana al Atlético. Es un partido con mucha enjundia, porque ahora el que anda por el cumbral del tejado es Flick, al que de repente se le ha parado la máquina, misterios del fútbol. Laporta está detrás con su inagotable fuelle de optimismo, pero se le acumulan los problemas. Empieza a correr que las obras del nuevo Camp Nou no finalizarán hasta la 25-26 y la inscripción de Olmo para enero está en globo y hasta se plantea ir a la justicia ordinaria. Tebas le ha dejado pasar muchas bacalás, pero ante esta se ha plantado.

Así que sería un mal momento para perder contra el Atleti, que llega como un avión. Griezmann, al que ya considero como el mejor jugador de la historia del Atleti, está formidablemente acompañado por su nuevo socio, La Araña Julián Alvarez. Un gran ataque con los recursos de Sorloth y Correa para lo que haya menester. De ahí para atrás el equipo está bien hecho, con Barrios y De Paul como turbinas y gran penetración por las alas. Hay buenos recambios para cualquier puesto y desde que Simeone ordena el equipo en 4-4-2 todo ha encajado mejor. Dura prueba para Flick. Este partido suena a encrucijada en LaLiga.

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