Ancelotti piensa aprovechar el regalo que le da el fútbol

“No es un trabajo, es una ilusión”. Fue la frase lanzada al aire por Ancelotti nada más volver a Valdebebas, captada por las cámaras de los medios oficiales del club, que es una verdadera declaración de intenciones sobre cómo está viviendo el técnico italiano esta segunda etapa en el Real Madrid. La vida le ha dado otra oportunidad de cumplir su sueño y, a la vista está, no la va a desaprovechar. Es un regalo y lo afronta como tal. Y el buen rollo que desprende impregna todo en Valdebebas, incluidos a los jugadores, que le han respondido de manera espectacular desde que llegó. La pasada temporada logró Ancelotti un doblete histórico (no son tantos en la historia del Madrid) cuando nadie esperaba que pudiera suceder con una plantilla claramente de entreguerras. Esta campaña debía ser distinta, la de Mbappé, pero no ha podido ser...

Y a pesar de todo el equipo de Ancelotti sigue siendo el gran aspirante a todo, ahora son seis títulos los que hay en juego. Este Madrid se parece cada vez más al que él imaginó cuando aceptó el reto de dirigirlo por segunda vez, uno con mucha más energía y músculo, como se estila en el fútbol moderno. Espera ansioso la llegada de Rüdiger y Tchouameni, los dos grandes refuerzos que vienen a apuntalar el proyecto que siguen comandado Benzema y Vinicius. Este Real Madrid no para de ilusionar.