Alonso desata la euforia
Fernando Alonso intenta contener la euforia: “Cometeremos errores, yo también los cometeré, así que debemos tener los pies en el suelo”. Pero la euforia está desatada, y no va a poder impedirla. Que el fin de semana pasado rodara con los mejores en los test oficiales de pretemporada podría atribuirse a múltiples factores, entre otras cosas a que los demás monoplazas no hayan enseñado tanto como tienen dentro. Pero mira tú que han llegado los primeros entrenamientos libres del curso, el esperado viernes del primer gran premio del Mundial de Fórmula 1, en el mismo circuito de Sakhir, y Alonso continúa en los puestos de honor: segundo en la primera sesión y líder en la segunda. Aquí ya es difícil tapar nada. Vale que los resultados de los libres no son matemáticas puras, vale que los Red Bull aparentan estar un peldaño por encima, vale que el crono de Checo Pérez en los test todavía impera, vale que no es lo mismo afrontar unos entrenamientos que una carrera a 57 vueltas, vale que Aston Martin es de momento un equipo inexperto en pelear en las plazas de vanguardia… Vale a todo. Pero, incluso siendo verdad, ninguno de esos matices desmiente que el AMR23, con Alonso al volante, es uno de los coches más rápidos de la parrilla actual.
Hasta sus rivales lo saben y lo exponen en voz alta. Lewis Hamilton resaltó el jueves que el equipo británico “está en la pelea”. Palabra de un heptacampeón del mundo. Y Max Verstappen, bicampeón como Alonso, observa más allá de la tabla de tiempos: “Veo a Fernando sonriendo…”. La sonrisa le delata. Que el español estará delante esta temporada, o al menos en el inicio de ella, ya no es algo que se pueda disimular. Así que disfruten del GP de Bahréin… Y de lo que venga después en el Mundial. El semáforo de la euforia luce en verde.