Alemany, verano “interesante” con Tebas

Conversaciones. “Va a ser un verano interesante, ya te lo digo”, le soltó Mateu Alemany a Isabel Forner en los micrófonos de Movistar cuando al director de fútbol del Barça le preguntaron, en general, por su trabajo en el club azulgrana. Alemany se sabe en uno de los retos más apasionantes de su carrera de ejecutivo en el fútbol: cómo recortar 200 millones la masa salarial del Barça (no se ha especificado aún con transparencia si con efecto directo para la temporada 2023-24, o en varios cursos) encajando los nuevos contratos de Araújo y Gavi, renovando a Balde, y fichando nada menos que a Messi. Eso, sin contar la incorporación casi cerrada de Iñigo Martínez, la encaminada de Gundogan y el deseo de Xavi de fichar un lateral derecho (Foyth). Ese plan de viabilidad es para un mago, no para un ejecutivo. Pero veremos. Si Mateu asegura que el verano será “interesante” es porque se va a atrever a tomar decisiones importantes. Y no va a bastar con bajar sueldos o vender a Kessié. A Alemany le toca decidir su Frenkie De Jong de este verano. El año pasado pinchó en hueso cuando le dijo el holandés que tenían que traspasarlo al United. Esta temporada le va a tocar comerse el sapo con Ansu, Ferran o Raphinha. Y no va a ser un trabajo fácil. El primero se ha criado en casa y no quiere moverse. Además, Laporta corre un riesgo. Que un talento de La Masia vuele en otro club tiene muy poco de popular. Ferran considera que, con apenas año y medio en el Barça, aún está a tiempo de despegar. Y vender a Raphinha por números no es un buen negocio. En el campo, el brasileño lleva diez goles y once asistencias. Y para las finanzas, todavía es un jugador para amortizar.

Oliendo el alirón. Mientras el Barça empieza a coser su futura plantilla, anoche dio un pasito más hacia la Liga en un partido que, bajo la lluvia, apuntaba a bello hasta que Del Cerro se lo cargó con la doble amarilla a Edgar. Las expulsiones se están poniendo demasiado baratas en LaLiga y el recelo por proteger a los jugadores y el espectáculo ha terminado en una paradoja, porque lo está arruinando. El partido dejó, además, la desafortunada lesión de Joaquín, ovacionado con cariño por una afición que siempre lo vio como un potencial jugador suyo. Y un debut precoz, tal vez demasiado. Lamine Yamal ya es el futbolista más joven de la historia en debutar con la camiseta del Barça. Con 15 años y nueve meses, ahora hay que conducirlo en el modelo de juego pero, sobre todo, en la vida. Esta vez, lo de que todavía es un niño no es ninguna hipérbole.

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