CELTA | RAFA BENÍTEZ

“Donde mejor jugué fue de libre, como mi ídolo Beckenbauer”

El técnico concede a AS su primera entrevista como entrenador del Celta. Repasa su trayectoria como futbolista y entrenador. Y analiza los problemas que tiene para arrancar la nave celeste.

LALO R. VILLARDiarioAS

Rafa Benítez (Madrid, 1960) se presentó a la cita con AS con una puntualidad británica. El laureado técnico no eludió ninguna pregunta.

¿Cuál es su primer recuerdo con un balón?

Yo estaba todo el día jugando al fútbol. En el colegio iba después de comer a jugar partidos de dos horas en alquitrán, en verano salíamos después de desayunar y estábamos todo el día en el campo. Incluso desbrozábamos los campos para poder jugar, que después construían ahí y tenías que buscar otro campo. Mi vida ha girado siempre en torno al fútbol.

¿Cómo era Benítez de futbolista?

Yo en aquella época jugaba en la derecha, luego jugué de mediocentro y donde mejor jugué fue de libre, como mi ídolo Beckenbauer. Yo tenía buena visión, técnicamente era correcto, iba bien de cabeza, desplazaba bien, era bueno en pases medios, pero como no era rápido en distancias cortas, me venía muy bien jugar de libre para anticiparme.

¿Cómo recuerda el día de esa fatídica lesión?

Lo recuerdo muy bien. En una Universiada con España el número 10 de Canadá me entró por detrás, me hizo algo en el ligamento lateral, pero seguí jugando lesionado. Le pegaba con el interior y me caía al suelo del dolor, pero pensaba que era un esguince. Cuando volvimos de México ya me dijeron que era una rotura parcial del ligamento lateral interno y eso me persiguió durante años. Yo no hubiera tenido nivel para jugar en el Madrid, pero sí tuve una oferta del Oviedo y podía haber estado en Primera. No era ningún fenómeno, pero podía estar en un equipo de abajo en Primera o en un Segunda de los de arriba.

¿Cuándo decide retirarse?

En el último año en el Linares ya estaba cojo. Estuve un año sin jugar nada al fútbol, sólo jugaba al baloncesto con un equipo de médicos. Yo siempre tuve problemas con las lesiones y ya ese último año me tiré muchos meses.

“No era ningún fenómeno, pero podía llegar a Primera”

Rafa Benítez

¿Supo algo más del canadiense que le lesionó?

Se puso en contacto conmigo cuando entrenaba al Madrid. Me mandó una foto y me dijo que él era quien me había lesionado. No le guardo rencor.

Empieza muy joven la carrera de entrenador.

Cuando me retiro, me dan el Castilla Infantil, que tenía muy buen equipo y quedamos campeones. Luego fui progresando hasta llegar al Sub-19, que era el equipo más complicado. Ganamos la liga y la Copa y di el salto al Castilla. Después Del Bosque me lleva como ayudante durante cuatro meses y me marcho al Valladolid, que era un proyecto para Segunda, pero acabamos jugando en Primera por la crisis de los avales de Celta y Sevilla.

Poco después ficha por el Valencia, donde está a punto de ser cesado y acaba campeón.

La gente decía que nos jugábamos el puesto en aquel mítico partido contra el Espanyol, pero la realidad es que yo no era consciente. Perdíamos 2-0 y acabamos ganando 2-3. En esa época yo estaba centrado en mi trabajo. Llevábamos siete victorias y seis empates, así que no perdíamos, pero Valencia es una plaza exigente, la gente se pone nerviosa y te pide más. Yo no tuve la sensación de jugarme el puesto, pero la Prensa decía que sí.

¿Piensa que había más dudas porque era inexperto?

Por supuesto. La gente tenía dudas porque no era un entrenador del nivel que ellos esperaban. Pero en enero, estando a siete puntos del Madrid, les dije que íbamos a ser campeones. Me decían que estaba loco.

Rafa BenítezLALO R. VILLARDiarioAS

Otro sitio especial es Liverpool. ¿Cómo fue la charla del descanso en la final ante el Milan?

Mi nivel de inglés era básico. Te pongo en contexto, yo estaba en un entrenamiento, hacía mucho viento y le quiero decir a Gerrard que tenga cuidado con el viento (‘be carefull with the wind’), pero pronuncio mal y le digo que tenga cuidado con el vino (‘be carefull with the wine’). Entonces, con 2-0 estaba apuntando en la libreta lo que quería decir en el descanso para dar bien el discurso, con buena pronunciación para motivar a los chicos. Y es ahí cuando encajamos el tercer gol. Yo les digo que no tenemos nada que perder y que no agachemos la cabeza. En pocos minutos empatamos y cambia todo, fue una locura.

Supongo que nunca pensó lo que iba a suceder.

Por supuesto que no. Tenía confianza, pero tampoco tanta.

¿Cómo una leyenda del Liverpool acaba entrenando al Everton?

Tengo muchos amigos que son del Everton y sabía lo que necesitaba. Era una oportunidad de estar con la familia. El problema es que después de tres años saltándose el control financiero, nos tocó que ese año sólo pudieron gastar 1,7 millones. Claro que llegué a dudar por el motivo sentimental, le das muchas vueltas, pero era la posibilidad de hacer crecer a un equipo y ya habían pasado muchos años de mi etapa en el Liverpool.

¿Entrenar al Real Madrid fue un sueño cumplido?

Había tenido ofertas del Madrid en el pasado, pero les había dicho que no, una de ellas cuando renuevo con el Liverpool. En ese momento vi claro que tenía que probar en el club donde había crecido. Los números eran bastante buenos, pero eso no lo es todo, se dan unas circunstancias especiales y tenemos que salir. Estábamos vivos en Champions y Liga, con buena progresión, pero no nos dejaron y ya está.

¿Le echaron por el caso Cheryshev?

Ellos tienen muy claro que es un error administrativo, pero se empieza a crear un caldo de cultivo que cuestiona cualquier cosa. La realidad es otra, pero ya no lo vamos a cambiar. Hay una serie de circunstancias que hacen que sea más fácil hacerlo así.

“En el Madrid, estábamos vivos en Liga y Champions, pero no nos dejaron”

Rafa Benítez

A usted le tocó vivir la pandemia en China, ¿cómo fue esa experiencia?

Cuando empieza la pandemia, nosotros nos venimos a España para hacer la pretemporada y volvemos cuando ya está en plenitud, con mascarilla, haciendo cuatro o cinco confinamientos... Luego me tiro 50 días en Hong Kong esperando la visa y entrenando en un parque con los dos jugadores suecos que teníamos, ya que no podía entrar en China porque había caducado la visa. Una vez entro en China sólo podía salir del hotel para los entrenamientos y los partidos. En los primeros días sin visa, tenía a la policía en la puerta del hotel y me dejaban la comida en una bandeja. Te hacían pcr todo el tiempo, te tomaban la temperatura... Al final te acostumbras, pero no es lo ideal.

Por último llega el Celta, ¿quién le llama y qué le explica?

Me llama mi agente a través de Luís Campos, me explica que es el Centenario del club y que quieren hacer un proyecto bonito. Luego ya hablo con Marián y Carlos Mouriño y va todo sensacional. También hablo con mi familia porque mi mujer tiene mucho cariño al Celta por ser de la tierra. Veo que hay margen de mejora y me gusta la idea.

¿Cuál es en estos momentos su estado de ánimo?

Es una frustración positiva. Tengo rabia porque merecemos mucho más y no lo conseguimos por circunstancias.

¿Siente el respaldo de la directiva del Celta?

Yo veo que la gente apoya, confía y mantiene la ilusión. Por eso me da mucha más rabia no estar ganando.

¿Hay miedo escénico a partir del minuto 80?

Cuando empieza a darse esa situación trabajamos sobre situaciones límite, aunque no lo puedes replicar exactamente. Tenemos que darle al jugador situaciones y certezas. Luego hay situaciones que no puedes manejar.

¿Por qué realiza tan pocos cambios durante los partidos?

No creo que haya que hacer los cinco cambios porque sí. Eso lo puede hacer el Barcelona, que tiene a tres en el banquillo que pueden ser titulares indiscutibles. Cuando lo estábamos haciendo mal, hemos hecho cambios, pero cuando lo estás haciendo bien corres el riesgo de desajustar si tocas algo.

¿Tiene claro lo que quiere en el mercado de enero?

Tenemos que buscar perfiles de futbolistas que compensen aquello que no estamos haciendo bien.

¿Ha pedido un lateral derecho?

Más que posiciones son características de jugadores. Nos hace falta un poco más de físico, de intensidad y de trabajo de recuperación. Se ve que al equipo le falta, sobre todo, en los minutos finales.

Rafa Benítez.LALO R. VILLARDiarioAS

¿Le gustaría que Luís Campos estuviese más en el día a día del equipo?

Me centro en lo que tenemos y con Juan Carlos Calero hablo todos los días.

¿Cuánto de enfadado está con los árbitros?

Cualquiera que vea nuestros partidos tiene una opinión muy clara de si ha habido decisiones que nos han beneficiado o nos han perjudicado. A partir de ahí, tenemos muy claro que hay que pensar en el futuro y qué podemos hacer nosotros para mejorar.

¿Ha entendido las explicaciones del CTA?

Hay cosas que no se entienden y otras que no compartes.

“Hablo con mucho profesional del fútbol y no se lo explican”

Rafa Benítez

¿Están los jugadores más irascibles con los colegiados?

Lo que es indudable es que el fútbol va muy rápido y es emocional, pero nosotros mandamos el mensaje de que debemos centrarnos en lo que podemos controlar.

¿Cómo ve el futuro de la cantera del club?

Hay futbolistas que tienen potencial, pero si queremos crecer hay que ser más exigentes en todo. El paso para llegar a Primera es bastante largo.

¿Se ve cómo manager general del Celta?

De momento tengo claro que soy entrenador y me centro en esa faceta.

¿Por qué el Celta sólo tiene siete puntos?

Yo hablo con muchos profesionales y no se lo explican. Hemos tenido unos números importantes de goles esperados para estar con más puntos, pero se dan errores que son determinantes. Estoy convencido de que si mantenemos la unidad, tenemos muchas más posibilidades de salir de esta situación y de que el Celta crezca. No hay varitas mágicas, hay constancia y trabajo. La experiencia te ayuda a tomar mejores decisiones.

El Celta encaja siempre y le falta puntería. ¿Qué prefiere mejorar primero?

Encajar cuatro goles no entra en mis esquemas. Somos un equipo organizado, que a veces la gente lo confunde con defensivo, pero estamos encajando goles igual. Eso es más fácil de corregir porque los defensas son mucho más trabajadores y los atacantes son más de talento y menos constantes. Además, es muy fácil despejar el balón.

El técnico prepara la visita a Mestalla, un regreso con mucho morbo

La próxima jornada el Celta visitará al Valencia y el regreso de Rafa Benítez a Mestalla provoca una combinación agridulce de recuerdos en su entrenador. El madrileño dirigió al conjunto che en una época dorada, levantando dos trofeos de Liga y una UEFA. Sin embargo, su último encuentro al frente del banquillo del del Real Madrid lo vivió ante el cuadro valencianista. Fue el 3 de enero de 2016 y el encuentro finalizó con empate 2-2. Al día siguiente, Florentino Pérez destituyó al preparador que había relevado a Carlo Ancelotti y apostó por primera vez por Zinedine Zidane. Aunque el Celta llegará en posiciones de descenso al duelo del próximo sábado, el puesto de Benítez no corre peligro porque la confianza de la directiva que preside Marián Mouriño es total en la gran apuesta del club para su Centenario. El técnico no arroja la toalla y está convencido de que los resultados, más pronte que tarde, van a empezar a acompañarle: “Mucha gente me pregunta cuánto tiempo vamos a mantener esta motivación. De momento, el equipo la mantiene. Yo confío. Los mensajes que mando son basados en la experiencia, en cosas que me han ocurrido, y luego por sentido común”.

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