Ancelotti bendice el plan
El técnico Ancelotti consideraba prioritarios los fichajes de Rüdiger y Tchouaméni. Ve al central alemán y al volante francés ideales para su plantilla.
Mientras disfrutaba feliz en la boda de su hijo Davide, celebrada el pasado viernes en Mairena del Alcor, Carlo Ancelotti miraba de vez en cuando su móvil para ver si le llegaban noticias del fichaje de Aurélien Tchouaméni. El italiano sabe que el tridente Casemiro-Kroos-Modric todavía tiene jerarquía y le dará muchas alegrías, pero cuando habló con el club tenía muy claro que contratar al mediocentro francés del Mónaco era clave para apuntalar el centro del campo del futuro, formado por Tchouaméni, Valverde y Camavinga. El relevo de la medular está garantizado.
En sus conversaciones con el club a medida que avanzaba la temporada (con Juni Calafat, José Ángel Sánchez y el propio Florentino Pérez), Carletto dejaba claro que, aparte del culebrón Mbappé, lo importante era contratar un central de garantías (para lograr que Alaba pudiese cubrir por la izquierda la marcha de Marcelo) y un centrocampista que pudiese dar un respiro a Casemiro, único futbolista que no ha tenido este curso un relevo claro (Lucas Vázquez solucionó las ausencias de Carvajal).
El problema era que para fichar a Rüdiger y Tchouaméni debía enfrentarse el Madrid a los clubes-Estado, sobre todo al PSG, que lo intentó todo con el joven jugador del Mónaco ofreciéndole un dinero al que jamás iba a llegar el Madrid. El PSG también porfió por el defensa alemán, así como el Manchester United y el Newcastle. Pero en ambos casos, Ancelotti vio aliviado cómo la voluntad de los dos futbolistas de venir al Madrid estaba por encima de sus pretensiones económicas. “Las remontadas de esta Champions y la historia del club han logrado que tanto Rüdiger como Tchouaméni hayan tenido la personalidad de mantener su deseo de venir al Madrid aún perdiendo dinero”, apuntan desde la planta noble del club blanco.
Ancelotti disfruta al ver que los dos fichajes son de nivel ‘top’ en sus puestos, lo que aumentará la competencia tanto en la zaga (solo falta saber qué pasará con Vallejo) como en la medular, donde ya no hará falta que Kroos o Camavinga cubran las pocas ausencias de Casemiro, dado que ni el alemán ni el francés disfrutan en esa posición.
Ancelotti, que tiene otros dos años más de contrato (2024), disfruta de la confianza plena del club y de un respaldo a su proyecto deportivo como reflejan estos dos fichajes estratégicos. El futuro del Madrid sigue pintando blanco.