Un Madrid con dos finales

EI Rubicón de la temporada para el Real Madrid se sitúa entre mañana y el miércoles. Cinco días con dos salidas desde las que no hay marcha atrás: o retorna la confianza de ese Madrid que barrió al PSG o se aumentan las negruras del 0-4 del Clásico. Balaídos y Stamford Bridge son dos finales y en la plantilla y el staff técnico madridista se ven como tales.

Encuentros cruciales para el devenir de una temporada que está bajo amenaza real de torcerse. La Liga y la Champions son ahora mismo vasos comunicantes. Si el Madrid solventa el viaje a Vigo recuperará la autoestima liguera (justo el día antes de ese Barça-Sevilla, con todo lo que puede conllevar ese encuentro para la clasificación) antes de agarrar de nuevo las maletas para Londres, donde en mayo pasado murieron las esperanzas blancas de verse en la final de pasada Champions con un 2-0. Mantenerse vivos en la eliminatoria en suelo inglés abre la puerta a que el Bernabéu 'juegue' en la vuelta como descubrieron Mbappé, Neymar, Messi y compañía en sus propias carnes...

Cinco días para los que Ancelotti anda mirando el estado físico de la plantilla con alivio. Benzema y Mendy se apuntan al encuentro frente al Celta para borrar los ecos de su ausencia en el Clásico, que tanto le pesaron al Madrid. La sobriedad defensiva del lateral francés para contener el talento que Coudet (con Aspas) y Tuchel (con Ziyech y Havertz últimamente) suelen desplegar por esa banda. A eso se añade el calmar la Karimdependencia que ha llevado al equipo a conseguir apenas un gol en las últimas cuatro bajas del nueve. Dos cuestiones solucionadas. También a Carletto le ha dado tranquilidad que del muy temido parón de selecciones ninguno de los otros titulares haya vuelto con rasguños (sólo el tobillo de Jovic).

Atar en corto el título...

El Madrid viene pensando en el ‘marcaje’ a este Barça que viene en crecimiento desde el batacazo del Clásico. El calendario hace que no pinchar en Vigo sea casi obligatorio. El equipo de Xavi está todavía a 12 puntos, pero con un partido menos (el aplazado contra el Rayo: 24 de abril) y la balanza de partidos en el Bernabéu y el Camp Nou es desigual: a los blancos les quedan cuatro en el calor de su hogar y a los azulgrana, seis. De ahí que Balaídos sea una estación liguera de la que se puede salir con las baterías recargadas o bajo amenaza de descarrilamiento.

La tranquilidad en lo nacional es la mejor medicina para Europa. La remontada al PSG se cocinó mejor al no tener apreturas en Liga gracias a tres triunfos seguidos desde el 1-0 en París: contra Alavés, Rayo y Real Sociedad, con ocho goles a favor y sólo uno en contra.

Estas dos finales tendrán unas hermanas gemelas, también con cinco días de distancia, del 12 al 17 de abril. Será la vuelta contra los Blues en el Bernabéu y el duelo en el Pizjuán. Pero aquello dependerá de lo que pase ahora.