La nueva versión de Daniel Sancho: “Edwin quiso violarme y me defendí”

Daniel Sancho continúa en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui desde el pasado 2 de agosto, fecha en la que confesó haber asesinado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta. “Soy culpable, pero yo era su rehén”, fueron las palabras que pronunció el español a la hora de admitir el macabro crimen. A la espera del juicio en el que será condenado a cadena perpetua o pena capital, el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo ya tiene definida la estrategia de su defensa.

Una nueva línea con la que el acusado busca por todos los medios huir de la premeditación, un agravante que las leyes tailandesas castigan con la pena de muerte en el artículo 289.4 de su Código Penal. Según recoge este martes ‘Código abierto’, Daniel Sancho afirma que Edwin Arrieta intentó agredirle sexualmente: “Quiso violarme y me defendí”. En este relato, el cocinero también asegura que la víctima no aceptó su negativa y comenzó a actuar “de forma violenta”.

Daniel Sancho detalla que ambos comenzaron una fortísima pelea que terminó con la muerte accidental del colombiano “al caer y golpearse la cabeza contra un mueble del baño de la habitación”. Una versión que tendrá que explicar la próxima semana en una nueva vista en la que el juez le leerá los cargos de los que le acusa la Fiscalía tailandesa: premeditación del crimen, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena. El español deberá aceptarlos o negarlos, aunque según las últimas informaciones todo apunta a que no los reconocerá.

La Fiscalía lo tiene claro

La Fiscalía del país asiático afirma que las líneas de defensa de Daniel Sancho no se sostienen. Y es que, a pesar de que el acusado insista en que no existió premeditación y que compró los cuchillos por su amor a la cocina, los fiscales tienen claro que fueron adquiridos con el único fin de acabar con la vida del cirujano: “No existe causa exacta de la muerte, pero no existen evidencias de magulladuras o golpes en el cuerpo. Sí existen evidencia de desmembramiento”:

“Había pactado con el diablo”

‘Código abierto’ también profundiza en la relación que mantenían Daniel Sancho y la víctima. “Se conocieron por Instagram. Unas semanas después, Edwin Arrieta viajó a España para encontrarse físicamente con Sancho. Estuvieron en Madrid, Segovia e Ibiza, entre otros lugares”, recogen. El citado medio insiste en que todos estos encuentros en los mejores locales y hoteles fueron pagados “siempre” por el colombiano.

Al poco tiempo, y siempre según fuentes cercanas al acusado, “Daniel Sancho se dio cuenta de que había pactado con el diablo”. “Se convirtió en el objeto sexual de Arrieta y le obligó a hacer cosas que no quería”.