El ultimátum de Tamara a Íñigo tras la ruptura: le ha dado horas

La ruptura en la relación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya es una realidad. La aristócrata, que desde el sábado se ha ido con su madre, Isabel Preysler, le ha dado un ultimátum a su expareja antes de regresar su casa, donde ha convivido con Íñigo sobre todo durante los fines de semana.

Según Letizia Requejo, reportera en El Programa de Ana Rosa, Tamara le ha pedido a Onieva que “recoja todas sus cosas y se busque otro lugar donde vivir en los próximos días”. Un hecho que ha rebatido en cierto modo la periodista, Beatriz Cortázar, insistiendo en que esa vivienda era de Tamara, pero que Íñigo solo pasaba allí los fines de semana o algunos días concretos. De hecho en las últimas horas un mensajero ha llegado a la vivienda con portatrajes vacíos.

Tamara, que durante su estancia en el hogar de Isabel Preysler ha recibido la visita de su primo, Álvaro Castillejo; y de su hermana, Ana Boyer, “no quiere que esté él ni nada que le recuerde a su relación” cuando regrese a la casa de su propiedad en Madrid, tal y como ha añadido Requejo.

Dudas sobre el paradero de Onieva

Al igual que ha habido discrepancias sobre la forma en la que convivían Tamara e Íñigo, Cortázar también ha desmentido a su compañera, Nuria Chavelo, sobre el paradero del diseñador de coches. Según Beatriz, Onieva habría dejado ya la vivienda para irse con su madre a la casa familiar en La Moraleja, pero Nuria ha insistido en que estaría todavía allí y que “ver a Íñigo con maletas podría ser cuestión de minutos”.

“En todo ese grupo de motos está la moto de Íñigo. La prensa conocemos bien esa moto y sabemos que tanto él como Tamara, hasta hace unos días, se movían por el centro de Madrid con ella”, ha explicado Chavelo.

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El desencuentro definitivo

La misma tarde del día en el que vio la luz el vídeo en el que Íñigo Onieva sale besándose con una mujer que no es Tamara Falcó, la pareja acudió junta a una boda. Sin embargo, según la periodista Marisa Martín Blázquez, durante el evento Tamara recibió las evidencias de que el vídeo era de 2022 y no de 2019, lo que provocó que estuviera seria y cabizbaja durante la celebración.

“Durante esa noche, Tamara le dice no se cree absolutamente nada. Están durante toda la noche conversando y por la mañana ya decide abandonar el domicilio e irse a casa de su madre”, ha detallado Marisa aclarando que Tamara ya no le daba credibilidad a la versión de Onieva.

¿Qué ocurre con la boda?

En el mismo programa, Requejo ha asegurado que los invitados de la boda dan por hecho que no habrá enlace, “aunque no han recibido una confirmación oficial”. La celebración se iba a celebrar en la Iglesia de Santa Bárbara, una parroquia muy cercana a la vivienda que ambos compartían y que siempre ha sido la favorita de Tamara.

Aunque “Íñigo tiene esperanzas de poder retomar la relación, Tamara parece tener claro que no va a haber ningún tipo de contacto y ha terminado dando la razón, no solo a su familia, sino a muchos de sus amigos que no han visto nunca con buenos ojos esa relación con Íñigo Onieva”, según Letizia.