Zorionak: el Metropolitano se viste de fiesta

Partidazo. Griezmann decidió el partidazo del Cívitas Metropolitano. El jugador con más clase fue decisivo en el choque entre los dos históricos de nuestro fútbol. Y el Atlético ya sí tiene a tiro el tercer puesto, el gran objetivo de la temporada. Zorionak: la tarde fue redonda en el feudo rojiblanco. Griezmann es un regalo para los aficionados del Atlético. Es un lujo contar con el francés en este nivel de juego. La mayor ovación de la tarde, y hubo bastantes, fue para Griezmann.

Homenaje. El Atlético decidió homenajear al Athletic en el 125 cumpleaños del club vasco. Una bonita iniciativa de la entidad madrileña. El Atlético, y ya lo he comentado en otras ocasiones, nunca tuvo una especial sensibilidad para este tipo de cosas. Pero de un tiempo a esta parte ha mejorado mucho en este sentido y dio muestras de ello en el choque ante el Athletic, en el que el conjunto visitante jugó con su primera equipación, como si lo hiciera de local. El Atlético se la cedió, pero hubo más en unos prolegómenos para la historia. Ambos equipos salieron juntos en un pasillo con banderas de los dos equipos. Y la entidad madrileña decidió también acordarse de futbolistas que jugaron en ambos equipos, así como a técnicos y dirigentes. Javier Irureta, Julio Salinas, Rubén Bilbao, Andoni Goicoechea, Peio Uralde, Pizo Gómez, Patxi Ferreira, Txomin Nagore, Daniel Aranzubia, Javier Clemente, Tzibi Juaristi y José María Amorrortu. Algunos de ellos dejaron muy buen recuerdo en la entidad madrileña. Y los socios número uno de ambas instituciones, Pedro Palomero, del Atlético, y Juan Antonio Virumbrales, del Athletic, también salieron al campo con los capitanes y todos se hicieron una foto de familia. Los dos socios habían almorzado juntos y vieron el encuentro desde el palco presidencial. Y por esto fuera poco hubo una comida entre peñistas de ambos equipos. Sí señor. El Atlético lo hizo muy bien en esta oportunidad. Enhorabuena.

Memorable. El Cívitas Metropolitano aplaudió a rabiar cuando por la megafonía se anunciaron los 125 años del club bilbaíno. Todo el estadio quiso sumarse al festejo, en una muestra de gran deportividad y de lo que tiene que ser la rivalidad bien entendida. Lo que vino después fue igualmente emotivo, puesto que se guardó un minuto de silencio por Marcos Alonso, por Bartolomé Enseñat Velasco, socio número dos del club madrileño, así como por las víctimas del terremoto de Turquía y Siria. Entonces se hizo un silencio sepulcral en el estadio como señal de respeto. Lo que vino después fue lo de otros partidos. Hubo aplausos al Cholo de todo el estadio cuando se coreó su nombre por megafonía, pero silbidos al fondo sur cuando esa parte de la grada coreó el nombre del técnico argentino. No hubo silbidos al técnico, como algunos quieren hacer ver. Sucedió igual que cada vez que decidieron increpar a alguien. La gente ya no aguanta a esa parte del estadio que se cree la única representante de la afición rojiblanca. Los ánimos y el aliento vinieron, y vendrán, de otros sectores del estadio.

Simeone. El Cholo, por otro lado, igualó a Miguel Muñoz como el entrenador con más partidos ligueros en un mismo club: 424. Se dice pronto. El técnico rojiblanco igualó a la leyenda madridista y Simeone entrará en el Bernabéu en la historia de nuestra Liga. Felicidades míster.

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