Víctor y victoria

El cuarto nombre. Cada Clásico de verano en Estados Unidos tiene un nombre para el Barcelona. Bueno, dos. El primero es victoria, aunque luego sirva de poco. El segundo va variando. Cada uno ha tenido un protagonista. El primero fue de Neymar, el segundo Raphinha, el tercero Fermín y el cuarto nombre propio fue el de Pau Víctor. El único fichaje hasta el momento del Barcelona de Flick suma ya tres goles en dos partidos de pretemporada. Le marcó al City y se estrenó ante el Real Madrid con un doblete, que pudo ser un póker de no estar Courtois delante, que en la primera parte le sacó un cabezazo que iba dentro y en la segunda, un disparo envenenado desde la frontal. Si fuera brasileño, se hablaría mucho de este chico.

En construcción. Dos partidos y dos victorias para el Barcelona en esta pretemporada no significan nada. Lo que anima es ver que la ilusión de verdad está en una cantera que nunca falla y en la que van apareciendo jugadores como setas que incluso muchos barcelonistas que no estén avezados en el Johan Cruyff conocían. Nombres como Sergi Domínguez, Quim Junyent, Guille Fernández o Unai Hernández ya suenan familiares. Por no hablar de la calidad de los Marc: Bernal y Casadó. El primero tiene una clase descomunal y el segundo, más veterano a sus 20 años, es un jugador con madera de lider.

Flick. El técnico alemán tiene muy claras sus ideas. Un sistema de juego basado en la presión y en el despliegue físico buscando ser protagonistas en campo contrario y con el balón. Los enviados especiales a la gira del Barcelona explican que los entrenamientos de Flick son muy exigentes en el aspecto físico. Se han vuelto a inculcar hábitos que se habían perdido desde los tiempos de Luis Enrique como el del pesaje diario de los jugadores y se ha dado una vuelta de tuerca en busca de un sistema con un doble pivote y tres medias puntas que quieren instalarse en campo contrario.

Fichajes. Igual el Barcelona debería de empezar a dejar de vender proyectos imposibles y de buscar soluciones fuera de casa, cuando Flick ha llegado para dejar muy claro que las soluciones estaban en casa. Puede que no funcionen de inmediato, pero el repaso que le dio La Masia a la cantera del Real Madrid en juego y en número de participantes en el Clásico de New Jersey debería de hacer reflexionar a unos directivos que se gastaron 60 millones por fichar a Vitor Roque, de nuevo ayer testimonial, teniendo en casa a Marc Guiu, que ya marca con el Chelsea y a Pau Víctor, el nombre del último Clásico americano.

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