Vicky, una perla de mucho ‘cuidao’

Apenas supera los 1,60 metros de altura y tiene poco más de 19 años, pero cuando tiene un balón en los pies nadie se fía de ella. Quizá sea el desparpajo y la picardía aprendidas en las calles y campos de Vallecas en los que creció o quizá sea un talento que lleva acaparando titulares desde que tenía 12 años y que cada vez está más acompañado de inteligencia, buenas decisiones y conocimientos tácticos. El caso es que después de hacer de Aitana Bonmatí en los primeros partidos de la Eurocopa y quedar relegada a un segundo plano después, a la futbolista madrileña le tocó volver a sustituir a la actual Balón de Oro y lo hizo de maravilla.

Quizás le sirviera para redimirse de aquella no participación en la semifinal del citado torneo continental ante Alemania, de la que se vengó también este martes. O quizás ni siquiera fue consciente de esas circunstancias. Porque ella parece una de esas futbolistas que piensan poco y hacen mucho, que han sabido crecer dando pasos pequeños en la dirección correcta y que van a decidir finales durante muchos años.

Capaz de causar un desastre mundial en el área rival y de ser el orgullo local. De recibir un balón en el 67’, con 1-0 en el marcador de la final de la Nations League ante Alemania, conducir hasta zona peligrosa y marcar con un espectacular zurdazo. También de que todo el mundo sepa de quién habla este texto sin siquiera decir su nombre. Porque Vicky López es una perla, una, que diría Rosalía, de mucho cuidao.

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