Vamos a tener la fiesta en paz

En la recta final para Navidad, no ha habido club que no haya celebrado la tradicional comida o cena para desearse Felices Fiestas. No importa si el momento de los equipos es bueno, malo o regular. Se avecinan días para celebrar y reunirse con los seres queridos. El Girona, claro, no ha sido una excepción y sin duda, en plena euforia, bien pudo haberse escuchado aquello de ‘al loro, que no estamos tan mal’. 2025 ha podido pintar a annus horribilis para los gerundenses, pero ahí están: a una victoria de catapultarse hacia los puestos de permanencia. Pese a ganar solo tres partidos de 16 en LaLiga, a recibir 30 goles (el peor de Primera) y a tener la enfermería a rebosar ven la luz al final del túnel.

Porque si cree Míchel es que hay agua para lanzarse a la piscina. El técnico, intocable, está esquivando todas las balas. La Champions League vivida el curso pasado fue un subidón, pero quemó a (casi) todo el club. De las cenizas se espera volver a resurgir. Porque no hay que olvidar que, cuando llegó en 2021 y con el equipo en Segunda, Míchel pisó el descenso a Primera RFEF y lo acabó subiendo a Primera. Es ‘Míchel català’ y hoy, además, va a cumplir su partido 200 con el Girona. Qué feliz le haría festejarlo con un triunfo ante el Atlético. Ese que le daría los puntos suficientes para salir del descenso. Y tener una fiesta en paz y comerse los turrones a manos llenas.

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