Valverde expone a Setién y a Sampaoli

Para qué tener la pelota

A Jorge Sampaoli le llamaron para dar arreglo a una situación que el anterior entrenador no había provocado y hasta la fecha el efecto de su llegada deja más sospechas que certezas. La declaración de intenciones que manifestó el argentino va camino de la contrariedad. “No debemos correr detrás del balón, sino jugar con él”, sostuvo. La idea, en sí, merece todo el crédito, pero la ejecución de la misma anda lejos de cumplirse. Al Sevilla actual le hacen más daño sus posesiones que cualquier otra cosa. En la derrota del Rayo no tuvo ninguna claridad, empeñado en sacar el balón jugado ante un rival que destaca en LaLiga por su ritmo en la recuperación. Fue un quiero y no puedo, con circulaciones muy lentas (1,34 m/s de media en la competición, el tercer registro más bajo), abocado a encontrar jugadores que retienen demasiado la pelota y a los que les cuesta girar. Lamela e Isco sumaron 17 y 16 pérdidas, respectivamente; Januzaj, en 45 minutos, alcanzó las 12. Al igual que en el Bernabéu, el Sevilla se destapó con errores graves en la salida y nulas vigilancias defensivas en las transiciones del Rayo. Las ocasiones de Camello o el gol de Álvaro García lo refrendan. Quizá al Sevilla le convenga otra fórmula para salir de su penosa trayectoria.

Dónde y cómo pasar

La puesta en escena del Villarreal de Setién en LaLiga entronca con lo que le sucede al Sevilla. El equipo amarillo salió abrasado ante la presión alta del Athletic. Hubo demasiada improvisación al perder a Lo Celso entre líneas y un talante ciertamente suicida. Querer atraer al rival está bien, pero hay que saber cuándo hacerlo y quién está enfrente. El Athletic es el equipo que más recuperaciones en zona ofensiva firma de las cinco grandes ligas con 89, por delante de City o Leeds. De ahí que abortara los intentos de construcción desde atrás del Villarreal. El factor corrector de Vesga, con 12 recuperaciones, se impuso en favor de un equipo que robó y pudo golear. Al final, los datos fueron confirmatorios. El Villarreal dio 153 pases más, pero el Athletic sumó 42 entregas más que los amarillos en el último tercio del campo contrario. Tener más el balón no significa nada. Valverde siempre lo entendió.

El cerrojo

La extrema capacidad competitiva del Betis no admite debate alguno. En San Sebastián supo acertar lo que la Real perdonó y el asalto a las plazas de Champions se consumó con una firmeza catedralicia en el tramo final. Mucha culpa tuvo Rui Silva (28 años), portero de extraordinaria solvencia. Las siete paradas que hizo en el Reale Arena contestaron al dominio local y labraron el golpe del Betis cuando el partido agonizaba. Estuvo realmente inmenso. El Betis cuenta con una portería de élite mundial.

Muy tocado

La revisión a la baja de las prestaciones del Celta toda la temporada ponen en entredicho la continuidad de Coudet, aunque haya factores que el técnico no puede controlar. En Almería se vino abajo por la expulsión de Gabri Veiga. Aun así, debió dar otra cara. No cooperó la decisión de Coudet de quitar a Larsen . El Celta se iba a ver obligado a jugar en largo y en el campo no estaba el delantero que podía darle la escapatoria. Así pasó, que solo cuatro de los 18 envíos en largo fueron exitosos. Aspas ahí poco podía hacer. No puede ser el padre y la madre.

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