Vallejo puso su granito en la 14

Se va un futbolista discreto en sus prestaciones pero ejemplar por su profesionalidad. Hace un año telefoneó a Ancelotti estando el aragonés de vacaciones para preguntar al italiano si le daba permiso para entrenarse en solitario en La Romareda, para llegar en mejor estado de forma al inicio de la pretemporada. Carletto, sabiendo que era un futbolista que apenas iba a tener oportunidades, se quedó gratamente sorprendido. Vallejo fichó por el Madrid hace ocho años, pero siempre asumió que iba a tener un rol secundario, alimentado por multitud de cesiones (el propio Zaragoza, Eintracht, Wolverhampton y Granada). Pero lo importante es que en los cuatro cursos que estuvo en el Bernabéu aceptó su estatus de quinto central, lo que no impidió que las pocas veces que lo llamaron a filas estuviese en perfecto estado de revista.

Todavía recuerdo aquellos ocho minutos delirantes y mágicos en la prórroga ante el City de Guardiola en la inolvidable semifinal que condujo a la 14. Las lesiones obligaron a Vallejo a jugar en una línea de centrales junto a Carvajal y Nacho, lo que no impidió que el aragonés sacase dos balones aéreos impresionantes que evitaron que el milagro de la remontada corriese peligro. Jesús, buena suerte.