Una sección convertida en una fábrica de sueños
Esta Liga ACB es seguramente de las más emotivas de las 36 que ha ganado el Real Madrid en toda su historia. El detallazo de ver a Pablo Laso intentando levantar la pesada copa de campeones, la camiseta del lesionado Randolph colgada en uno de los aros y la emoción de Causeur, el segundo MVP de esta gran final, que a sus 35 años se ha ganado con creces la renovación y la entrada en el Olimpo de esta gloriosa sección. No me puedo olvidar de Edy Tavares, un gigante que lo fue doblemente en el día en el que más le necesitaba el equipo. O el esfuerzo admirable de ese húngaro que dejó el Palau por el WiZink y que a sus 33 años fue un base de guardia excepcional. Y el lagarto Deck merece otro homenaje porque estuvo en todas partes y exhibió de nuevo ese gen ganador que sólo entienden los que lucen la camiseta blanca. Y ojo a los viejos rockeros que nunca mueren, Llull y Rudy, que suman más de 70 años, pero que en el primer tercio del partido pusieron su granito de arena para cantar el alirón. Y Chus Mateo haciendo de Laso de guardia, pero con humildad e inteligencia. No inventó nada e hizo todo bien. Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros pueden estar orgullosos, siguen fabricando sueños con una sección que viaja en la misma autovía que la del fútbol: ganando un título tras otro. ¡Campeones!