Una historia de diamantes y oro

Los Mundiales de Tokio se cierran con el oro de Botswana en 4x400 bajo la lluvia. Duplantis se consolida como héroe del atletismo.

Dylan Martinez
Juanma Bellón. Nació en 1983, en Úbeda. Corrió 800 metros en 1:49. Estudió periodismo en la Complutense y en 2006 entró en AS, a Más Deporte. Escribió de temas polideportivos, mucho atletismo. Cubrió los Juegos de Tokio. Ahora es jefe de la sección de Actualidad. Allí se trata de economía, ciencia, conflictos internacionales, política y lo que sea.
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Un diluvio despidió los Mundiales de Tokio. Una situación molesta, pero que dio un toque épico a una de las pruebas más emocionales: el relevo 4x400. Cuando se resbalaban los discóbolos o cerraban la colchoneta de altura, en el momento más crítico del aguacero, sonó el disparo de la carrera masculina. Fue preciosa. Con la calle 1 encharcada. Tuvo un final apretadísimo, con victoria para Botswana. El nuevo ídolo Kebinatshipi se vistió de superhéroe azul celeste en la recta final. Parecía que pinchaba, se recompuso y ganó (2:57.76) a EEUU y Sudáfrica. Un cambio de orden.

El país africano, conocido por sus yacimientos de diamantes, vive una generación de atletas excepcional. Todos con un biotipo común: delgados, fibrosos y rapidísimos. La nueva joya es precisamente Collen Kebinatshipi, de 21 años. También se llevó el título de 400 individual con unos apabullantes 43.53. “Soy muy joven y me queda mucho que mejorar”, dice el más fino de la saga. Al llegar a meta hizo una tanda de flexiones y emuló las celebraciones del predecesor de la velocidad en Botswana, Isaac Makwala, otro potente cuatrocentista.

Kebinatshipi, con Eppie, Ndori y Tebogo.KIYOSHI OTA

Al auspicio del carismático Makwala, apodado Badman (hombre malo), también crecieron Bayapo Ndori (bronce individual y oro con este relevo), Lee Eppie (tercera posta) y Letsile Tebogo, campeón olímpico de 200 y presente en la segunda entrega de este 4x400. En la prueba individual fue cuarto, pero es otro fuera de serie, crecido en la prolífica pista de Gaborone. Tiene 22 años. Su oro en París hizo que el presidente Masisi decretara tres días de fiesta nacional y montara un tremendo desfile para homenajear a Letsile. Probablemente, haya fiesta parecida con los nuevos héroes del 4x400. Diamantes en la tierra de los diamantes.

El triunfo de la mujer keniana

También se han llenado de otro metal precioso, de oro, las mujeres de Kenia. Hasta seis títulos han ganado, todos desde 800 a maratón. La sorpresa fue la última, Lilian Odira, que venció en las dos vueltas a las británicas Bell y Hodgkinson, con una tremenda remontada. Celebraban abrazadas y felices en la grada Faith Kipyegon, oro en 1.500, y Beatrice Chebet, campeona de 5.000 y 10.000. La maratón la conquistó Peres Jepchirchir y Faith Cherotich dominó los tradicionales obstáculos. El atletismo de Kenia, segunda en el medallero tras EEUU, es un asunto de mujeres. Otro cambio de orden.

Beatrice Chebet y Faith Kipyegon. Adam Warzawa

Estos Mundiales de Tokio han dejado más ‘diamantes’ y oro, aunque no sean de Botswana y Kenia. El vuelo de Duplantis a 6,30, la cifra imposible, fue el gran acontecimiento. Un salto que trasciende el atletismo. El evento ha aupado a la estadounidense Melissa Jefferson-Wooden como la gran reina de la velocidad (oro en 100, 200 y 4x100). Sydney McLaughlin se acercó (47.78) al maldito récord de Marita Koch (47.60) que ya cumple 40 años. Oblique Seville recuperó el trono de 100 (9.77) para Jamaica y el particular Noah Lyles se ganó a los nipones con su velocidad (19.53 en 200) y con la pasión por el anime. Suma ya Lyles 10 medallas en Mundiales.

El fondo masculino ha vivido otro viraje total. De la hegemonía de África, a la victoria de un neozelandés (Beamish) en obstáculos o un estadounidense (Hocker) en 5.000. El francés Jimmy Gressier ha sido posiblemente el líder de la revolución. Campeón de 10.000 y bronce en 5.000, el de Boulogne-sur-Mer ha justificado el contrato de casi un millón de euros que firmó con Decathlon. Un tipo carismático de celebraciones peculiares, capaz de comer un crepe antes de llegar a meta, que en Francia ya ponen a la altura del nadador Leon Marchand.

España y la seguridad de la marcha

España también ha tenido su diamante de ‘quilates’ infinitos, con María Pérez. Dos oros, en 20 y 35 kilómetros marcha, y el doble-doble de Lewis, Farah y Bolt. Paul McGrath, el escocés de Barcelona, se colgó el bronce en 20 km… marcha. Siempre la marcha al rescate. Tres medallas, las tres de los caminantes del asfalto. Muy valorables han sido el cuarto de Quique Llopis en 110 vallas, el sueño de Attaoui en 800 (quinto), la fiabilidad del 4x100 femenino (quintas con Cladera, Bestué, Sevilla y Pérez) y se comportaron con bravura Marta García (séptima en 5.000) y los milleros Adri Ben (octavo) y Marta Pérez (novena).

Una historia de diamantes y oro. ANDREJ ISAKOVIC

Unos Mundiales tras año olímpico que dejan el nacimiento de nuevas estrellas como Kebinatshipi, la consolidación de leyendas como Duplantis o la subida al poder de la mujer en Kenia. Esta noche, bajo la lluvia de Tokio, tocará gran fiesta. Noah Lyles ha montado su propio evento en una sala de Roppongi, otros optarán por el karaoke… La noche se llenará de diamantes y estrellas.

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