Una cita con la historia
El final del Mundial de Francia 2023 no es una final, es LA FINAL. El contexto es de sobra conocido: cinco enfrentamientos entre ambos en citas mundialistas, incluida la cinematográfica final de 1995, con tres victorias para los de la isla de la nube blanca y dos triunfos para los representantes del extremo sur del continente africano. Si nos centramos en el actual torneo: 6 partidos, 5 victorias, 1 derrota, 325 puntos y 48 ensayos a favor para Nueva Zelanda; 6 partidos, 5 victorias, 1 derrota, 196 puntos y 27 ensayos a favor para Sudáfrica.
De nada servirán los análisis previos, la búsqueda de antecedentes más o menos cercanos en el espacio-tiempo; la final de la Copa del Mundo es un enfrentamiento entre dos estilos antagónicos de concebir este deporte: por un lado, el despliegue físico de los vigentes campeones, que buscará imponerse a la volatilidad del ataque de los aspirantes. El partido de París supone, además, el cierre de ciclo de los seleccionadores de los dos países y de varios jugadores que cosecharon las mieles del triunfo mundialista en 2011, 2015, 2019 y 2023. Nadie en la reciente historia del rugby profesional ha ganado tanto como sudafricanos y neozelandeses, nadie está cerca –salvo el que salga subcampeón– de igualar las cuatro copas Webb Ellis del vencedor de LA FINAL. Por estilos, por tradición, por relevancia, por rivalidad, por el rugby y por todo lo demás, una cita con la historia en toda regla.
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