Una carta clara y un CTA oscuro

El Barcelona pagó durante 17 años a Negreira y mientras queden en el CTA contemporáneos suyos en el Real Madrid no van a dormir tranquilos. Ese es el espíritu de la carta, que más que contra los árbitros va contra un sistema que no se ha regenerado. Lo preciso porque algunos han mirado al dedo en vez de mirar a la luna. El madridismo se pregunta cómo se explica que en la última década se hayan ganado más Champions que Ligas. Seis por cuatro, exactamente. Por ceñirnos al último partido, contra el Espanyol: ¿por jugadas como la de la no roja a Romero o por no penaltis como el de la mano de Jofre? Es un gran misterio, pero el dato es revelador.

De la misiva del Real Madrid, cuyo contenido ya conocemos todos, a mí me han llamado la atención dos cosas, una en el encabezamiento y otra al final. La primera que va dirigida directamente al presidente de la Federación. ¿Por qué? Pues porque todo lo que pone en la carta ya se lo dijo personalmente Florentino Pérez a Rafael Louzán, que mantiene a Medina Cantalejo y a Clos Gómez, contemporáneos del Negreirato, al frente del CTA, un Comité hermético y oscuro, impenetrable, que nadie sabe cómo funciona. Nos han contado que un equipo de exárbitros evaluadores pone notas a los 20 árbitros de Primera y que de esas calificaciones salen los ascenso y los descensos. Pero luego les preguntas a ellos y resulta que no es así. A Mateu Lahoz, por ejemplo, le pusieron el último de la lista en la temporada de su retirada para evitar que bajase otro con peor nota. Y eso mismo sucederá este año con Melero López, que se retira por llegar a la edad reglamentaria y entrará en puestos de descenso para evitar que decaiga otro peor calificado. Un cachondeo. Y eso por no hablar del llamado ‘índice corrector’, también conocido entre los trencillas como ‘índice corruptor’. Un mecanismo por el que el presidente del CTA, en tiempos de Enríquez Negreira, ponía árbitros en Primera o los enviaba a Segunda a capricho, sin más explicación que el artículo 33.

La segunda cosa en la que me he fijado es en el firmante de la carta. Lleva la rúbrica de José Luis del Valle Pérez, para muchos un gran desconocido en el mundo del fútbol. Del Valle, secretario de la Junta Directiva del Real Madrid, es un abogado del Estado en excedencia con una brillante y extensa carrera. Un jurista de reconocido prestigio y hombre de la máxima confianza de Florentino Pérez, junto a quien lleva medio siglo. Si José Luis del Valle firma la carta es porque ni le sobra ni le falta una coma con respecto a lo que el presidente quiere exponer. Es más, me jugaría unas cañas a que, aún así, Florentino le echó a la misiva un último vistazo e hizo, seguro, una última corrección. Con esto quiero decir que aunque la carta la firme Del Valle, el sello es el de Florentino Pérez. No sé si había alguna duda al respecto, pero por si acaso.

Me resulta chocante en toda esta historia que hasta Javier Tebas, vicepresidente de la RFEF, le dé la razón al club blanco: “Muchos defendemos un cambio radical en el sistema arbitral...”. Ya es más de lo que dijo cuando Miguel Ángel Gil Marín se quejó de lo mismo, los árbitros, hace justo dos años, cuando afirmó que “el sistema es así y desde el Atleti no podemos cambiarlo solos”. Me resulta chocante digo que, si todos están de acuerdo en que lo del CTA no funciona, ahora se hagan cruces cuando lo dice el Real Madrid.

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