Un quinto para la historia
El Real Madrid-Partizán de este miércoles será un partido para la historia de la Euroliga. Pase lo que pase. Si ganan los locales, porque ningún equipo ha remontado jamás un 0-2 o un 2-0 en un playoff. Si vencen los visitantes, porque nadie ha conseguido anotarse nunca el quinto encuentro fuera de su casa. La eliminatoria ha tenido tantas alternativas, ha dado tantas vueltas, que ha llegado a su desenlace con estas rarezas pendientes. Precisamente, ese loco desarrollo de los acontecimientos impide aventurar un pronóstico. Cualquier cosa puede ocurrir.
El Madrid cuenta a su favor con el factor cancha, que le sirvió de poco en los dos primeros duelos, pero sí puede agarrotar al rival en una apuesta a todo o nada. También desembarca con la moral más alta después de sus dos victorias en Belgrado, cuando se le daba por eliminado. El estado anímico decanta partidos. Físicamente, por el contrario, los de Chus Mateo no llegan en el mejor momento: con Deck, descartado por lesión; con Poirier, casi también... y con una racha agotadora: cuatro partidos en ocho días, seis en trece. El técnico ha logrado compensar ese hándicap dando descanso en el choque del pasado domingo a cinco habituales: Chacho, Rudy, Hanga, Hezonga y Tavares. El hecho de que Yabusele esté sancionado ayuda para cargarle de responsabilidad y minutos en la Liga ACB.
Al otro lado de la pista, el KK Partizán también reúne cosas favorables. La primera es el retorno, tras cumplir su suspensión, de la estrella Kevin Punter, uno de esos jugadores que deciden marcadores, como ya vimos en el primer partido con su triple mágico. Los serbios demostraron que el Palacio es vulnerable, y eso suma para su lado. Igual que la frescura de su plantilla, que ya no compite en liga, aunque esto puede ser un arma de doble filo, por la falta de ritmo. Punter, por ejemplo, lleva dos semanas sin jugar. Veremos cuánto tarda en calentar la muñeca. Todo vuela en el aire. Estamos ante una gran cita de la temporada. Con la Final Four como premio. Y con el Barça esperando en semifinales desde hace una semana.