Un punto de reflexión
Estreno decepcionante.- Pintaba todo tan bonito, con esa Cuadrilla del Arte formada por Bellingham, Rodrygo, Mbappé y Vinicius, que parecía que el Madrid se iba a pasear en cada uno de los 38 partidos de esta Liga. Pero el fútbol, como la vida, te exige ir a muerte en cada acción, en cada disputa. El Mallorca, muy inferior técnicamente, se dejó el alma para paliar esa indiscutible superioridad de un Madrid que en la primera parte sí sentó sus reales. Pero tras el descanso llegó un nivel de autocomplacencia que pasó factura. El 1-1 sabe mal. Un bajonazo. Un punto de reflexión. Seguro que el maestro Ancelotti analizará pronto el problema y no tardará en darle al equipo los impulsos que hoy se echaron en falta en Son Moix...
El primer goleador.- “Al que madruga Dios le ayuda”, dice el sabio refranero. O si prefieren “el que golpea primero golpea dos veces”. De hecho, el verbo golpear incluye la palabra “gol”. Pues eso hizo Rodrygo estrenando su casillero en la primera diana blanca de esta Liga, que promete tardes y noches de blanco satén cuando el equipo adquiera esa velocidad de crucero de la que ahora carece. En Mallorca recuerdo cómo debutó Michael Owen en la primera jornada de la Liga 2004-05 con una gran asistencia a Ronaldo Nazario, que dio los tres puntos al equipo del irreductible Camacho. En Son Moix debutó Mourinho en Liga con peor suerte (0-0), en la que tarde que dejó señalados de forma injusta a Canales y Pedro León. Pero me quedó con ligas iniciadas a lo grande, como aquella de 1994 con un 1-4 imperial en el Pizjuán, con Jorge Valdano al frente (esa Liga la acabó conquistando el Madrid con solvencia). Iván Zamorano sólo tardó 14 segundos en abrir la lata antes de golear a los de Nervión. Y de los que están en la actual plantilla me recuerda Gabi ‘Teletipo’ que se estrenaron en el arranque del campeonato Carvajal, que metió el primer gol (2018-19), Valverde en la 2020-21, cuando aún era ‘El Pajarito’, Lucas Vázquez en la 2022-23 (al Almería) y Rodrygo, ante el Athletic Club en San Mamés, en la pasada liga (el segundo lo metió Bellingham en su estreno). El brasileño repitió hoy con un golazo tremendo que abrió la lata. Su rosca hacia la escuadra del eslovaco Greif era imparable. De hecho, Rodry fue el mejor del tridente. Ni Vini ni Kylian tuvieron su tarde...
Mal arbitraje.- No es quejarse por quejarse. Pero mis ojos vieron un posible penalti sobre Mbappé tras una arrancada increíble del francés (Maffeo le agarra para que caiga y no pueda encarar a Greif) en el arranque, así como una roja perdonada al propio Maffeo por pisar con los tacos intencionadamente el gemelo de Vinicius. O un agarrón claro de Valjent a Militao en el área pequeña que no quiso peritar el VAR. La noche anterior vimos como el Barça se benefició de un ‘penaltito’ pitado sobre Raphinha y de una segunda amarilla perdonada a Cubarsí con un mundo por delante. Son detalles, pero es lo que hay...
Señorío bermellón.- Dos años después del desagradable Mallorca-Real Madrid de hace dos temporadas, con escrache a Vinicius incluido, el club balear tuvo un comportamiento señorial con su encopetado visitante. Primero dejó el saque de honor a Rudy Fernández, grandiosa leyenda del basket con el Madrid y con España, nacido aquí en Palma hace 39 años. Antes, los de Arrasate hicieron el pasillo a la tropa de Ancelotti por su sexta Supercopa de Europa. Y en el Palco de Honor estaba Rafa Nadal, madridista confeso pero también fan reconocido del equipo de su preciosa isla natal. Fueron las notas más agradables para un campeón atascado ante un Muriqi ejemplar, que acabó con la racha de Courtois. El Pirata fue un dolor de muelas. Esta semana toca ir al diván.