Un partido para quien lo necesitaba

Si el plan era activar a los futbolistas, la inmensa mayoría parados desde hace dos semanas, se dan por bien empleados los amistosos de Badajoz y Palma. España ha jugado bien ambos, con suplentes y titulares, pero conviene vacunarse de triunfalismo a una semana de debutar en la Eurocopa dentro de un grupo infestado de lobos. Solo la exigencia proporciona información fiable y lo de España han sido dos amistosos profundos ante rivales indefensos.

Andorra, primer sparring, es la selección 164 del mundo. De las europeas, solo Malta, Gibraltar y San Marino están por detrás. Su categoría relativiza la goleada. También Irlanda del Norte, 73 en el escalafón universal, vivió tiempos mejores (ahí jugaron Best, Whiteside o Jennings). No estará en la Eurocopa después de una fase de clasificación muy pobre en la que solo fue capaz de ganar los dos partidos a San Marino (peor selección mundial a ojos de la FIFA) y uno final a una Dinamarca clasificada y desmotivada.

Relativizado todo, el partido fue de quien más lo necesitaba: de Pedri, imprescindible en un punto de forma que hacía tiempo no tenía, y de Morata, al que la Selección le cambia la suerte y la cara. Dos dudas despejadas. El resto son certezas: Lamine y Nico resultan el hecho diferencial de la Selección y Rodri, el que maneja los planos. A estos tres y a Carvajal no los tiene nadie.

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