Un contrato para De la Fuente

No le falta razón a De la Fuente cuando se queja de su situación contractual. Se lo dijo a Manu Carreño en la ‘SER’ y es verdad: “No es normal que un seleccionador campeón de Europa esté sin contrato”. Pero detrás de esta anomalía está la caótica situación de la Federación (RFEF), desnortada por un embrollo político-judicial y, también, por sus propios pecados. A Pedro Rocha se le abrió un expediente por excederse en sus funciones por, supuestamente, modificar el contrato del técnico. En realidad no fue así, ya que lo que hizo fue aplicar la cláusula de ampliación prevista en el documento firmado entre las partes, cuando aún mandaba Luis Rubiales. De la Fuente tiene un contrato de alta dirección por el que cobra 600.000 euros anuales. Una cantidad alejada de los 2,3 millones que cobra la media de los seleccionadores clasificados entre las diez mejores selecciones de Europa.

La mejora que merece De la Fuente está pactada. Así se lo han hecho saber. Concretamente, el pasado 27 de septiembre, día en el que mantuvo el último encuentro con la Federación para tratar este asunto. Lo primero que hará el nuevo presidente una vez elegido será rubricar el contrato del riojano, ya como seleccionador absoluto. Ahora mismo, aunque él tenga sus dudas (avaladas por sus nuevos representantes) sobre el argumento de la RFEF de que no hay nadie legalmente capacitado para firmar ese documento, lo cierto es que el Tribunal Administrativo del Deporte ya puso en duda esa legitimidad federativa en un momento de interinidad. Por lo tanto, a De la Fuente no le queda más remedio que fiarse de lo que le han dicho. Testigos somos todos.