Soy un ‘Lukamaniaco’: ¡Titular, ya!

Es evidente que las leyendas del fútbol son terrenales, tienen fecha de caducidad y tarde o temprano les llega el viejazo, que diría el entrañable Loco Gatti. Pero en el caso de Modric no se cumple este axioma existencial. El próximo 9 de septiembre cumple 38 años, pero su estado físico y su salud futbolística están a altura de un chaval de 28. El croata no rechazó una oferta millonaria de Arabia por simple romanticismo. Su orgullo croata le impediría arrastrarse jamás. Él sigue compitiendo al más alto nivel, como demostró con los ajedrezados en la Nations League (fue el mejor de Croacia ante Holanda y España) y la temporada pasada con el Madrid, donde jugó nada menos que 52 partidos, dando seis goles y metiendo otros seis...

Modric es un caso único en su especie. Tiene un Balón de Oro en la vitrina de su casa madrileña pero jamás ha sacado pecho por ello. Luce el 10 del Madrid con grandeza y cada partido que juega en el Bernabéu acaba con una ovación cerrada de la grada, que corea su nombre a capella cada vez que Ancelotti lo suple en los últimos minutos. Puede que este curso, seguramente el último del genio de Zadar en la capital, cambie a menudo el rol y salga más veces en la última media hora para dar descanso a Valverde, Camavinga, Tchouameni o Bellingham. Pero aún así, cada minuto suyo será un ‘minuto de oro’ para esa afición que lo adora. Lógico.

Carletto se ha ganado el derecho a decidir, pero el cuerpo nos pide a los Lukamaniacos verle ya como titular. No nos hacemos a la idea de verle en el banquillo. Es como guardar el cuadro de La Gioconda en el desván...

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