Sobre los 35 años de Messi
Trauma. Leo Messi cumplió 35 años el pasado viernes y se le echa de menos en LaLiga. Las redes se llenaron de algunos de sus highlights, que pueden durar lo que se quiera con los 780 goles que ha marcado en su carrera. La sombra de Messi, que hace un año estaba todavía jugando la Copa América pensando que renovaría con el Barça, se alargará años y años. Ganó nada menos que diez títulos y ha vertebrado el campeonato década y media. Su final, eso sí, estuvo salpicado de fatiga. Primero, su cansancio con Bartomeu y su hartazgo por esas derrotas humillantes en Europa que le llevaron a tomar aquella decisión tan traumática: enviarle un burofax al club de su vida diciéndole que se iba creó cierta división, o al menos incomprensión, en el socio. Y luego, con una renovación interruptus de la que nunca se han conocido todos los detalles. Messi continúa pensando que Laporta le falló. Y terminó roto en lágrimas.
Discreto. Messi ha tenido un año inicial muy gris en París. Apenas un par de chispazos en la primera fase de la Champions ante City y Leipzig. Luego, le atacó fuerte la COVID y, cuando estaba tomando cierto vuelo, llegó lo del Bernabéu, que había estado precedido por el penalti que le había parado Courtois en el Parque de los Príncipes. La cosa se pone interesante este año, porque por primera vez en su carrera (Rijkaard, Guardiola, Tito, Martino, Luis Enrique, Valverde, Setién, Koeman, Pochettino y todos sus seleccionadores), a Messi le va a dirigir un técnico no hispanoparlante. Su comunicación y su nuevo rol con Galtier, después de que el PSG se haya entregado a Mbappé, son una incógnita. Su motivación, también.
El sueño. Pero la verdadera frontera de Messi está en Qatar. Tuvo muy cerca la gloria en 2014, pero entonces, y de manera incomprensible, todavía había quien lo discutía en su país. En los últimos años de su carrera, sin embargo, Messi está siendo más feliz con Argentina que en ningún otro sitio. Al fin levantó un gran título y se ha rodeado, gracias a Scaloni, de un ecosistema perfecto. Ya no es tan determinante como antes, pero es la guinda perfecta a un equipo lleno de soldados de calidad que, además, le adoran como capitán. A su disposición, Di María, Lautaro, De Paul, Paredes, Guido, Lo Celso... Como Maradona antes de aquel Mundial 94, Messi va a vivir por y para noviembre desde este verano. Viene de jugar y divertirse contra Italia (0-3); y si alguien lo puede hacer, terminar en lo más alto, es él.