Sigue la luna de miel rojiblanca

Esta maravillosa segunda vuelta rojiblanca está destapando a muchos jugadores atléticos: Koke de pivote, Hermoso en la parte de atrás, Griezmann, ya serán menos los que se echen las manos a la cabeza cuando hablamos de su carrera por ser MVP de Laliga, y, sobre todo, Nahuel Molina. El argentino, con una primera vuelta donde los errores le llevaron a un estado de desconfianza que hizo dudar de su capacidad para llevar el peso de ese escudo, está haciendo una segunda vuelta para enmarcar. Concentrado en labores defensivas, y aportando profundidad gracias a su gran zancada, el argentino de nuevo vio puerta en Valladolid, tras un milimétrico pase de Giménez: orientó la pelota con precisión, marcando un gol desde la tranquilidad, desde esa pausa que te da la confianza de sentirte importante en este equipo. Me alegro de su eclosión, ver a un profesional sufrir como lo vimos en el primer tercio de liga, es duro.

Victoria más contundente que vistosa. En un primer tiempo primoroso con el cuarteto de violín (Lemar, Koke, Griezmann y De Paul), jugando rápido y preciso al fútbol, desarboló a su rival. Otro cantar fue el segundo tiempo, donde la desconexión del equipo, y el orgullo vallisoletano, posibilitaron vivir unos minutos de incertidumbre: lo arreglaron la eficacia y el talento de los atacantes para marcar dos goles más. Siguen los del Cholo en su particular luna de miel.

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