Si marcas tres goles y pierdes... (y ya van dos)

La última vez que el Atleti había encajado cinco goles hasta ayer fue en 2011, es decir, en los últimos meses de la era antes de Simeone (a. S.). La semana pasada, en Montilivi, se llevó cuatro de un rival que no era ni Madrid ni Barça, algo inédito también en competición nacional desde que está el Cholo. Los rojiblancos, a quienes se les caen los goles en ataque y prueba a los porteros con cierta fluidez, baten registros negativos en defensa. Nadie lo entiende. Ni zaga de cuatro ni de cinco, ni con unos ni con otros, ni bloque alto ni bajo. La cuenta atrás avanza y todos en el vestuario piensan en el Inter, un maestro en las eliminatorias que, si está en su mano, te va a querer apear por medio gol de diferencia.

Simeone insiste en que es cuestión de trabajo e incluso evoca a cuando llegó a la casa hace 12 años. Entonces, su cometido más importante era convertir un equipo bisoño y endeble en uno sólido y competitivo. En el estreno, con una versión áspera, pero toda una declaración de intenciones, el Atleti sacó un 0-0 en casa de un Málaga que apuntaba a Champions. Ahora le toca dar otra vuelta de tuerca. Ya lo hizo otras veces en este tiempo. Cambios de sistema, de futbolistas, inventos con atacantes que aprenden las labores de defensa... El aviso ya lo tiene el Atleti, que dice adiós a la Supercopa, pero en una semana se juega la Copa contra el mismo rival. Y no puede dejarle meter cinco ni nada parecido...

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