Sesión golfa del Barça en Vallecas
El Barça perdió con alevosía y nocturnidad en Vallecas en una exhibición de anti-fútbol que inyecta cierta amargura a la que será Liga número 27 del club azulgrana. Mantiene Xavi que llevarle once puntos al Madrid es “la hostia”. Y es posible. Pero del Barça siempre se va a esperar más. Y no lo está dando. Apenas ha perdido tres partidos esta temporada, pero transmite una sensación de pobreza futbolística preocupante; y de falta de evolución más alarmante incluso. Con o sin De Jong, con o sin Pedri, al Barça se le ve poca envoltura y menos fondo. El dichoso mantra del modelo de juego no se veía anoche ni con prismáticos desde uno de esos pisos con vistas al estadio.
Insiste Xavi en no mirar los récords. De momento, con razón. Porque el de los cien puntos ya no lo alcanzará el Barça. Pide, sin embargo, que se mire dónde estaba el equipo cuando él cogió los mandos (noviembre de 2021) y dónde está ahora. Lleva parte de razón. Pero no toda. A Xavi le han dado unas herramientas de las que careció Koeman. Con Christensen, Kessié, Koundé, Raphinha o Lewandowski, el Barça estaba obligado a mucho más en Europa y a mucho más en el cómo. Es cierto que la Liga se terminó cuando Kessié marcó en el descuento del Clásico. Desde entonces, lo que se está jugando es una post-temporada. Pero el Barça debe andarse con ojo no vaya a molestar a su gente hasta ganando la Liga.
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