‘Rodrygol’ y el susto de Cornellà
Nos había acostumbrado mal el bueno de Vinicius. No nos imaginábamos la vida sin él. Desde aquella lesión grave con Solari, la noche aciaga de la eliminación europea ante el Ajax en el Bernabéu, Vini no había sufrido ni un solo percance serio. Pero estará ausente mes y medio y conviene girar la mirada hacia su amigo Rodrygo Goes, un crack consagrado que está preparado para asumir la responsabilidad del ataque de la tropa de Ancelotti. Un goleador con instinto y un delantero que maneja todos los registros. Encima podrá hacerlo en el carril del ‘11′, su banda natural y favorita, como bien revela el dorsal que eligió para esta temporada.
Su profesionalidad está más que demostrada. Pocos saben que en el amistoso jugado por Brasil ante Guinea en Cornellà el pasado 17 de junio (la Canarinha ganó por 4-1), Rodrygo metió un golazo, el 2-0, que estuvo a punto de darle un disgusto terrible. Como ha hecho muchas veces, celebró el gol lanzándose hacia el córner y a ras de hierba clavando las rodillas y deslizándose sobre el verde. En ese momento notó un crujido en la rodilla, algo raro. Por eso se perdió el siguiente amistoso contra Senegal en Portugal. “Molestias en la rodilla”, dijeron. Hizo un tratamiento especial, cambió el plan inicial de sus vacaciones, se puso en manos de los especialistas y le quitó horas a su merecido descanso para curar la lesión antes del inicio de la pretemporada. Todo quedó en un susto, pero Rodrygol lo solucionó como siempre: con buena cabeza.