Rodrygo debe acabar los partidos
Rodrygo va camino de un doble-doble reservado sólo para los elegidos. Con tres goles más llegará a la veintena y con dos asistencias más a las 10, cifra muy seria en una posición teóricamente tan umbilical como la del delantero. El brasileño sabe que se ha convertido en un fijo del ataque junto a su amigo Vinicius y formando tridente con el galardonado Bellingham. A cualquier madridista que le preguntes por su once ideal te meterá al de Osasco en la ecuación.
Pero a Rodrygo hay algo que le duele interiormente al sentir que en las segundas partes es un cambio ya jerarquizado. Ante el Barça le suplieron en el minuto 74 (Militao salió en su lugar) y ante el City, en la ida del Bernabéu, en el 72′. Esa noche metió el gol del 2-1 y fue un incordio para Akanji y toda la zaga citizen. Y en el Etihad marcó el 0-1 (que fue clave para poder sobrevivir hasta la prórroga y los penaltis), pero se perdió el extra time al ser suplido en el 84′. Ancelotti tiene sus razones porque quitar a Vinicius o Bellingham no es tarea sencilla. Por su calidad y facilidad para ser decisivos en los tramos finales de los partidos (que se lo digan al Barça...). Pero Rodrygo está físicamente como un toro (la gripe es historia) y podría acabar los encuentros en plenitud. Ahora llegará Mbappé y la afición sueña con un tridente con Rodry, Kylian y Vini. Pero ¿será posible verlos en los partidos lejos del Bernabéu?