¿Quién quiere ser Joan Laporta?
Me imagino a Joan Laporta lanzando bandejas de canapés por los aires tras la enésima debacle de la temporada y solo pienso en que todos haríamos lo mismo estando en su lugar: quién pudiera. Yo mismo habría lanzado al yorkshire de mis padres contra el televisor tras el pitido final, lo juro. O arrojado por la ventana la vajilla barata de ver el fútbol los domingos. La gran diferencia reside en que yo tengo una madre de las que no dudan en sacar el palo de la escoba a relucir, mientras Laporta disfruta de unos servicios de catering y limpieza que le permiten alguna licencia destructiva como la del pasado domingo, algún momento a lo Michael Douglas en Un día de furia, algún intento figurado por quemar, de nuevo, Saigón.
Todos deberíamos ser Joan Laporta alguna vez en la vida, sentir la frustración colectiva bajo la propia piel y, por qué no, poder arremeter como un oso furibundo contra el exceso de comida, que es la mejor metáfora posible para entender el fútbol actual: un club puede estar tan arruinado como para no competir por los mejores jugadores del mundo, pero sí por los mejores canapés, a menudo tan importantes para aplacar a los críticos como los buenos resultados. En Barcelona tenemos especialistas en el llamado juego de posición, en ADN, en detección y formación de talentos, en comunicación corporativa y de la otra... Pero sobre todo tenemos grandes especialistas en canapés, de ahí que tantos actores se muestren horrorizados cuando Laporta la toma con el foie y el tomate cherry en lugar de con De Jong, Xavi, Deco o Enric Masip.
Casi todo está mal planteado en un club que se sostiene, cada día más, en el carisma de su presidente y una nueva hornada de futbolistas con medio cuerpo metido en el bancal, un poco como aquel novio que le nacía a Pastora Vega en Amanece que no es poco y al que terminó descalabrando de una pierna por querer arrancarlo de la tierra antes de tiempo. Ya no está Txiki. Ni tampoco Rijkaard o Guardiola. Pero sigue estando Laporta, aunque a veces se le olvide quién fue, quién es y, lo más importante, quién quiere ser Joan Laporta.
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